La Princesa de Noruega no figuraba en la lista de invitados compartida por la Familia Real Danesa.
Mientras Dinamarca al completo celebra la mayoría de edad de su heredero al trono, el Príncipe Christian, el resto de Europa ha puesto la atención en una de las invitadas llegadas al Palacio de Christiansborg para la cena de gala. El 18 cumpleaños del hijo de Federico y Mary de Dinamarca ha sido una cita muy especial que ha reunido a gran parte de la realeza europea, pero también extranjera. Aunque no es de extrañar que los royals más próximos a la Familia Real Danesa hayan estado presentes acompañando al Príncipe Christian, la presencia de una de las invitadas, Mette-Marit de Noruega, sí ha llamado la atención, pues era completamente inesperada.
La esposa del Príncipe Haakon de Noruega no estaba anunciada en la lista de invitados a la cena organizada por la Reina Margarita. Mette-Marit de Noruega ha experimentado, en el último mes, problemas de salud que la han obligado a mantenerse alejada de sus compromisos, por lo que su llegada al Palacio de Christiansborg, acompañada por su marido y su hija, la Princesa Ingrid Alexandra, ha sido una sorpresa -y alegría- para todos. Desde el mes de septiembre, Mette-Marit ha estado de baja a consecuencia de un problema de salud, derivado de la fibrosis pulmonar crónica que padece. A consecuencia de esta enfermedad degenerativa, la Princesa de Noruega ha tenido varios episodios en los que su salud ha empeorado, por lo que ha tenido que dejar de lado sus compromisos, con el fin de recuperarse. Su asistencia sorpresa al Palacio de Christiansborg ha sido una gran alegría para todo su pueblo. La Princesa ha demostrado estar ya recuperada de su pequeño bache de salud y ha deslumbrado con un maravilloso vestido en color turquesa, a juego con su hija, la Princesa Ingrid Alexandra, que ha lucido la misma tonalidad. La Princesa Mette-Marit y el Príncipe Haakon son padrinos del Príncipe Christian, por lo que su asistencia a la cita era, prácticamente, obligatoria. Otra de las invitadas sorpresas ha sido la Princesa Amalia de Holanda, cuyo nombre tampoco figuraba en la lista de invitados compartida por la Familia Real Danesa.
Esta no ha sido, sin embargo, la primera aparición de la Princesa Mette-Marit. Un día antes, la mujer del Príncipe Haakon acudió junto a su marido y sus suegros, los Reyes Harald y Sonia, a la inauguración de una nueva sala de espectáculos, situada en el antiguo edificio que pertenecía a los establos del Palacio de Oslo. En la gala se la pudo ver muy sonriente y visiblemente recuperada del último problema de salud que ha experimentado. Esta mejora en su estado ha permitido que la Princesa, a pesar de no haber confirmado su asistencia al cumpleaños del Príncipe Christian, haya decidido, en el último momento, asistir y acompañarlo en un día tan especial. La otra invitada sorpresa
Junto a Mette-Marit, ha habido otra invitada inesperada, pues su nombre tampoco no figuraba en la lista de invitados. La Princesa Amalia de Holanda ha protagonizado su primer acto en solitario al asistir como representante de su familia al cumpleaños de Christian de Dinamarca. Junto a ella, la Princesa Elisabeth de Bélgica ha hecho lo propio. Las dos jóvenes han acaparado las miradas al asistir juntas, demostrando que empiezan a tener un peso mayor en lo que a sus compromisos como futuras herederas se refiere. Antes de viajar hasta Copenhague, la Princesa holandesa acudió junto a sus padres a Jerez de la Frontera para asistir a la boda de Victoria Hogenlohe-Lagenburg, Duquesa de Medinaceli.