Irene Urdangarin y Juan Urquijo ponen fin a su relación: la distancia y la juventud marcan la ruptura

Irene Urdangarin y Juan Urquijo comenzaron su relación a finales de 2024, después de reencontrarse en la fiesta de mayoría de edad de la Princesa Leonor. Pese a que se conocían desde niños, la chispa surgió entonces y pronto se convirtieron en una de las parejas más comentadas del entorno real español. Aquellas primeras Navidades estuvieron marcadas por la ilusión, los planes en común y la cercanía familiar.

Irene Urdangarin tras su visita al taller de Lorenzo Caprile

Aunque las apariencias apuntaban a un verano en pareja, la realidad era distinta. Según ha trascendido, la relación ya estaba rota antes de comenzar oficialmente las vacaciones, a finales de julio. Las imágenes publicadas entonces, donde se les veía paseando por Madrid, reflejaban una crisis que ya era evidente para su entorno. Intentaron salvar lo que tenían, pero la distancia, las agendas y la juventud acabaron pesando.

La etapa universitaria de Irene ha sido determinante en la ruptura. La hija de la Infanta Cristina inició en 2024 sus estudios de hospitality en la Universidad de Brooks, en Oxford, tras no conseguir plaza en un centro suizo. Instalada en Reino Unido, viajó en numerosas ocasiones a Madrid para ver a Juan, mientras que él nunca se desplazó a la ciudad universitaria.

Momentos compartidos antes del final

Pese a la crisis, Irene y Juan compartieron algunos eventos familiares en los meses previos a la ruptura. Estuvieron juntos en un viaje a Grecia organizado por la Infanta Cristina y en el cumpleaños de la abuela de Juan, Piru Urquijo, muy amiga de la Reina Sofía. También coincidieron en una celebración en Galicia, aunque en ese momento la relación ya estaba prácticamente terminada.

Juan Urquijo en el funeral de Juan Gómez-Acebo

Finalmente, la separación se produjo sin escándalos ni reproches públicos, de manera discreta y con la cordialidad que caracteriza a ambos. A sus 20 años, Irene ha optado por priorizar su vida académica y personal, consciente de que aún tiene mucho por vivir. El entorno de la pareja asegura que seguirán manteniendo la amistad, casi como si fueran familia, fruto de la cercanía entre los Urdangarin y los Urquijo.