El verano no acaba en Mónaco hasta que se produce el tradicional picnic con los miembros de la Familia Real. Una cita anual muy especial en la que siempre se suelen producir divertidas anécdotas gracias a la presencia de los más pequeños de la casa, cuyo único afán es no perderse nada de lo ocurre a alrededor. Este año no iba a ser diferente.
Este 31 de agosto era la tercera vez que los mellizos Jacques y Gabriella de Mónaco asistían a este picnic junto a sus padres y en esta ocasión se ha podido apreciar que los Príncipes son ya más mayores y empiezan a darse cuenta de que hay que cumplir con ciertos protocolos y hay que comportarse de forma correcta, sin hacer lo que les venga en gana.
Algo que sí ocurrió en años anteriores, cuando incluso la Princesa Gabriella acabó regresando a Palacio tras sacar su mal carácter y cogerse un buen mosqueo. Pero esta vez los mellizos han sabido estar en su sitio, han mirado con mucha atención todo lo que se iba sucediendo a su alrededor e incluso han aplaudido para mostrar lo bien que se lo estaban pasando.
Una gran jornada en familia en la que los mellizos iban muy graciosos vestidos con el traje regional y en la que han dejado claro que son unos hermanos muy bien avenidos a pesar de los fuertes caracteres que tienen y que han mostrado en diversas ocasiones, abrazándose muy graciosos todo el rato.
A Charlene y Alberto se les cae la baba con los mellizos
Unos gestos de cariño que tienen totalmente enamorados a sus padres los Príncipes Alberto y Charlene de Mónaco, a los que se les cae la baba viendo lo bien que se portan ya sus hijos y cómo están empezando a aprender dónde y cómo hay que comportarse en cada momento.