Galería: La Princesa Leonor en imágenes
Lejos del protocolo y las agendas institucionales, la Princesa Elisabeth de Bélgica, la Princesa Amalia de Países Bajos y la Princesa Ingrid Alexandra de Noruega han encontrado en WhatsApp un espacio privado y seguro donde compartir sus experiencias como jóvenes criadas bajo la mirada constante del público. En este chat, según reveló la revista británica Tatler, las tres mantienen un contacto habitual en el que comentan tanto cuestiones cotidianas como las dificultades de sus vidas.
La naturaleza de este grupo no es solo anecdótica, también revela una transformación generacional dentro de las Casas Reales Europeas. Lo que las diferencia del resto de jóvenes de su edad es que algún día llevarán la corona de sus respectivos países. Según declaraciones de la Princesa Amalia recogidas por medios como The Australian Women's Weekly, en este espacio digital no son solo princesas, sino amigas que se entienden sin necesidad de dar muchas explicaciones. " Me alegra poder charlar con Elisabeth e Ingrid sobre cosas sencillas de nuestra vida que son difíciles y diferentes para nosotras ", comentó.
La gran incógnita gira en torno a si la Princesa Leonor también forma parte del grupo. Aunque algunas fuentes señalan que sí está incluida, otras lo desmienten, apuntando a la estricta vigilancia que la Reina Letizia mantiene sobre el acceso digital de sus hijas. De confirmarse su inclusión, sería un paso más en la integración de la Princesa de Asturias dentro del círculo de herederas europeas. Si bien no hay ninguna declaración oficial al respecto, el rumor de su participación se mantiene vivo.
El inicio de su relación
La relación entre estas jóvenes royals no surgió de la nada. En junio de 2022, con motivo del 18º cumpleaños de la Princesa Ingrid Alexandra, el Rey Harald de Noruega organizó una cena de gala donde varias futuras reinas debutaron con tiara y vestido largo. Aquella cita marcó el inicio de una relación más personal entre ellas. Desde entonces, su vínculo ha crecido en privado, aunque ya se conocían de antes y ya tenían muy buena relación.

Más allá de los encuentros oficiales y los actos protocolarios, las futuras reinas están forjando una red informal de confianza y colaboración que podría marcar el tono de las relaciones entre monarquías en el futuro. Mientras los reyes actuales mantienen contactos institucionales, sus hijas están creando relaciones más íntimas y modernas, acordes con los tiempos que les tocará reinar.