CORONACIÓN REAL

Los detalles de la coronación del Rey Carlos III: revelados los secretos de la Operación Golden Orb

Carlos III desea una coronación más austera, simple y adaptada a los tiempos, y sus deseos son órdenes.

G.A. 09 Octubre 2022 en Bekia

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Una vez terminado el luto por la muerte de la Reina Isabel II y con el Rey Carlos III proclamado oficialmente y dedicado a su ocupación como Monarca falta por llegar el momento más importante para todo Rey o Reina de Reino Unido: la coronación. Si la Operación Puente de London estuvo preparada con esmero para que todo estuviera organizado cuando falleciese Isabel II, no menos se ha trabajado en la Operación Golden Orb, nombre para referirse a la coronación de Carlos III.

El Rey Carlos y el equipo encargado de la operación ha tenido mucho tiempo para diseñarla, y una vez en el trono, el trabajo ha crecido todavía más de cara a que todo salga a la perfección. Y si bien se ha tratado de mantener en secreto el mayor número de detalles, algunos de ellos han sido revelados antes incluso que lo más importante, la fecha, un dato que la Casa Real Británica se reserva para darla a conocer cuando lo crean conveniente.

Una serie de cambios para una coronación diferente

Como señala Daily Mail, la ceremonia de coronación durará poco más de una hora en lugar de las cuatro que duraban antes, como la de Isabel II. Se ha apostado por eliminar algunos de los rituales antiguos que sí se llevaron a cabo aquel 2 de junio de 1953. Todo ello con el deseo de Carlos III de mostrar una monarquía más moderna y adaptada a los tiempos, sin que por otro lado se pierdan la pompa tan propia y que tan bien maneja la Casa Real Británica.

El encargado de supervisar todo es el Duque de Norfolk, que tiene como encargo preparar una coronación más simple que refleje la diversidad de un Reino Unido que ya en nada se parece al de 1953, cuando fue coronada Isabel II. Donde no parece que haya diferencias es en que Carlos III se definirá como Defensor de la Fe en referencia a la confesión anglicana, haciendo valer así su papel como cabeza de esta Iglesia. Años atrás manifestó su deseo de proclamarse como Defensor de la fe, aglutinando otras confesiones. Sin embargo ha preferido mantener esta tradición y decirle las mismas palabras que aquellos que le precedieron. En cuanto al lenguaje, se espera que se adapte también a los tiempos.

La lista de invitados baja de 8000 a unos 2000, entre los que no faltarán dignatarios extranjeros. Eso sí, habrá muchos miembros de la nobleza y parlamentarios que no recibirán acomodo en la Abadía de Westminster. Los que sí puedan ir no se sentarán en asientos de terciopelo como los diseñados para la coronación de la Reina Isabel, sino en asientos más normales. El código de vestimenta también se relaja, pudiendo los invitados llevar traje en lugar de túnicas ceremoniales más propias de otro tiempo. No habrá varios cambios de atuendo como sí ocurrió con Isabel II.

El Gold State Coach de 1762 volverá a salir y la unción del Rey se contempla, pero no la presentación de oro al Monarca, una costumbre por la que se le mostraba un lingote de oro. Teniendo en cuenta cómo ha cambiado el mundo y que la coronación de Carlos III llega en un momento complicado con una inflación disparada, este ritual se quedará atrás. Carlos III es un rey que ha llegado al trono con casi tres cuartos de siglo de vida, y aunque tiene claro que la pompa y la tradición deben mantenerse, también es consciente que el modelo de coronación de Isabel II ya no sirve. Ella fue la gran Reina del siglo XX y él quiere ser un Rey del siglo XXI.

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