En 2020, el acto tuvo lugar en París, siendo el último viaje de los Reyes Felipe y Letizia antes de que se decretara el estado de alarma y se ordenara el confinamiento debido a la pandemia. En 2021, el recuerdo se ha celebrado en Madrid a petición del Rey Felipe, ofreciendo además para el acto un lugar excepcional como son los jardines del Palacio Real, poco utilizados para eventos institucionales. En concreto, se colocó todo lo necesario en el Campo del Moro, jardines habitualmente abiertos al público a los que se accede desde el Paseo de la Virgen del Puerto.
Pepa Bueno, que volvió a tomar la palabra para recordar que los que sobreviven muchas veces son los grandes olvidados de los atentados terroristas, dio paso a Tomás Caballero, presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, que habló en nombre de todas las víctimas y de las familias españolas golpeadas por el terrorismo. Lo primero que hizo fue dar las gracias a las autoridades europeas por aceptar la sugerencia del Rey de celebrar este acto en Madrid, aprovechando además para agradecer al Monarca "el constante apoyo que de manera inquebrantable nos brinda la Corona". Recordó además cómo la protección de las víctimas en España fue pionera y un modelo a seguir y puso el foco en la necesidad de honrar a las víctimas y no a los verdugos. Añadió también que "es preciso que los terroristas vean que sus ataques son en vano, que el horror sembrado no les permite obtener ningún rédito, ni a corto, ni a largo plazo. Y para ello es esencial que todos asumamos que el relato de lo sucedido no se puede manipular, y que ninguna coyuntura política puede justificar que se permita a los terroristas blanquear su imagen. Las víctimas nunca hemos buscado venganza y siempre hemos confiado en el estado de derecho, pero no podemos aceptar que se ampute la memoria, porque la memoria de cada víctima debe ser respetada y la barbarie causada de ser recordada. Las víctimas serán hombres, mujeres y niños de paz, los miembros de las bandas terroristas, nunca lo serán".
La palabra recayó entonces en Philippe Vansteenkiste, director de Victims-Europe y hermano de una de las víctimas de los atentados de Bruselas del 22 de marzo de 2016, que pronuncia su discurso primero en francés y después en inglés. En su intervención dio las gracias a la valentía de la legislación española con respecto a las víctimas del terrorismo. Al terminar, Rubén Olmo, director del Ballet Nacional de España, salió al escenario para interpretar la danza 'Resurgir del Ave Fénix', preludio del discurso del Rey Felipe, con el que se cerró un acto que no llegó a la hora de duración.
Las palabras del Rey Felipe
"Hoy es un día especialmente emotivo para todos nosotros; lo es particularmente para la Reina y para mí. En un día como hoy, 11 de marzo, España sufrió en Madrid, en su capital, el atentado terrorista más grave y sangriento de nuestra historia; que lo fue también para Europa. Hace 17 años el odio, el fanatismo, el desprecio a la vida y la voluntad de matar, de herir profundamente a una sociedad pacífica, tolerante, democrática y solidaria..., el terror, atacó nuestra convivencia. Aquel brutal y despiadado crimen provocó una gran tragedia humana y social. Nada puede hacernos olvidar a aquellos hombres y mujeres, jóvenes y mayores, ciudadanos, compatriotas -y también de otros países-, a los heridos y a las familias de todos ellos. Aquel atentado del 11 de marzo de 2004, además de ser un ataque a la vida y la integridad física de las personas, pretendía socavar los pilares sobre los que se ha edificado y desarrollado nuestra civilización: la libertad, la justicia, los derechos humanos, la democracia.
Por ello, porque los enemigos de la vida y la libertad no lo consiguieron -y no lo conseguirán nunca-, se instauró esta fecha como Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo; en recuerdo y homenaje a todas ellas, que han sufrido en sus vidas -bajo cualquier forma y motivación- la crueldad terrorista. Desde entonces estamos convocados, en esta ocasión en Madrid como hace un año en París, para manifestar nuestra unión ante la agresión a nuestros ciudadanos, a nuestros principios y a nuestras instituciones. Porque los europeos debemos estar unidos en la solidaridad y en la lucha frente al terror, venga de donde venga y actúe donde actúe.
"Prevenir y evitar la radicalización de sectores de la población y rechazar cualquier legitimación de la violencia como medio para alcanzar objetivos políticos, o de cualquier otra naturaleza, es uno de los principales retos de la Unión y de la Comunidad Internacional ante el desafío del fenómeno terrorista. Preservar la memoria de las víctimas es, por tanto, un ejercicio de respeto y de justicia -como hemos subrayado tantas veces-. pero también un elemento esencial para que las generaciones venideras sean conscientes de la gravedad y la perversa naturaleza de lo sucedido: de los actos terroristas que tiñeron de luto calles y plazas, y que llenaron de dolor a sociedades enteras. Porque de esta manera serán capaces de adoptar las medidas precisas para evitar que esos hechos puedan volver a producirse".
"Necesitamos que en las escuelas y centros educativos nuestros jóvenes puedan conocer mejor la historia reciente y, con ella, una de las mayores amenazas que nuestro país ha vivido durante los últimos decenios de trayectoria democrática. Y en este cometido, la implicación y ayuda de las víctimas es fundamental, porque compartir su experiencia personal con las nuevas generaciones contribuirá al compromiso de los jóvenes con un futuro de convivencia pacífica, a que rechacen las diferentes formas de radicalización, y a que, en definitiva, se ponga de relieve la dimensión cívica de la educación como vía para fortalecer los mejores valores democráticos. La voz de las víctimas en las aulas facilita que los contenidos didácticos cobren una dimensión más humana y dejen una impronta más duradera en la memoria colectiva"
"Termino, autoridades, señoras y señores, reiterando nuestra gratitud a todas las víctimas y nuestro sentimiento común de profunda solidaridad con todas ellas: una solidaridad incondicional, de corazón. Estoy convencido de que el objetivo que nos convoca hoy -en España y en toda Europa- de preservar la memoria de las víctimas del terrorismo merece el más firme compromiso de todos los demócratas, de todas las personas que aman la libertad y defienden la convivencia pacífica de todos los ciudadanos. El terrorismo nunca vence, ni vencerá, frente a los principios democráticos; frente al Estado de Derecho. El triunfo de la democracia sobre el terrorismo es el triunfo de la libertad y de la razón. Es el triunfo de las víctimas; es el triunfo de todos nosotros", finalizó el Rey.