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Parecía que los rumores de crisis en casa de los Smith habían terminado por extinguirse, pero los malos presagios vuelven a cobrar fuerza tras la decisión de Will Smith y Jada Pinkett Smith de poner a la venta su mansión de ensueño de Los Angeles. El precio ha sido fijado en la friolera de 42 millones de dólares.
Y no es para menos. La casa, de 2.300 metros cuadrados, cuenta con todos los lujos, desde embarcadero a un estudio de grabación, un lago artificial, piscinas y pistas de deporte. Y además, la familia sólo la ha utilizado la casa dos años, por lo que está prácticamente nueva. Tardaron siete años en construirla y querían que fuese un símbolo del solido amor que une al actor y la actriz.
Es por eso que regresan los rumores de divorcio. A pesar de que la pareja ha vuelto a desmentirlos, el hecho de que hayan decidido poner a la venta esta casa y, supuestamente, otra que tienen en Hawaii, no dejan de avivar una llama que comenzó con el rumor de que Jada Pinkett Smith tenía una aventura con Marc Anthony. La propia actriz desmintió esta información, dejando claro que ella y su marido confían plenamente en el otro, y alardeaba de tener una relación adulta con Will Smith.
Jugando al Monopoly
La última vez que se les vio juntos fue en los MTV VMA 2013, donde disfrutaron de la gala junto a sus hijos, Jaden y Willow Smith. Sin techo no quedarán, ya que cuentan con propiedades en Pennsylvania y Los Angeles. Esperemos que la razón de la puesta a la venta de semejante mansión, construida con amor, no sea tan amarga como el divorcio.


