PIEZAS DE MUSEO

Así es la valiosa e impresionante colección de joyas de la Baronesa Thyssen

El Barón Thyssen no solo la convirtió en coleccionista de arte, sino que le regaló una envidiable cantidad de joyas a la altura de las estrellas de Hollywood e incluso de muchas Casas Reales europeas.

Juan Salgado 16 Agosto 2019 en Bekia

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La Baronesa Thyssen es reconocida por todos como una de las coleccionistas de arte más importantes del mundo y como un personaje habitual en la prensa del corazón. Pero lo que no todos saben es que, al margen de su valiosa colección de cuadros y obras de arte, también posee uno de los joyeros más impresionantes de España y probablemente del mundo. En él se pueden encontrar prácticamente todos los tipos de piedras preciosas (diamantes, brillantes, zafiros, rubíes, esmeraldas...) y los expertos aseguran que tal calidad solo se puede encontrar en la colección de la ya desaparecida actriz y amante de las joyas Elizabeth Taylor.

Su idilio con la joyería comenzó tras conocer al Barón Heinrich Thyssen-Bornemisza, poseedor de una de las mayores fortunas del mundo y que siempre se caracterizó por hacer valiosos regalos a sus esposas. Según el periodista David Litchfield en su libro 'La historia secreta de los Thyssen' (2006), el aristócrata regaló a Tita Cervera una cantidad de joyas por valor de 14.274.481 dólares. Y ese fue solo el comienzo: "Se estima que durante los 17 años de matrimonio Heini se gastó al menos 30 millones de dólares en joyas para Tita".

El diamante 'Estrella de la Paz'

Sin duda de todas ellas la más impresionante es el diamante conocido como 'Estrella de la Paz'. Cuando el Barón Thyssen lo adquirió en 1976, se trataba de un solitario en forma de pera de 170 quilates y era considerado uno de los más grandes del mundo. Con el tiempo, el solitario se convirtió en un colgante enmarcado por 102 brillantes y nueve óvalos de rubí.

Los expertos aseguran que no se trata de una piedra de primera clase, pero en cualquier caso no dudan en que su tamaño es impresionante y muy poco común. Algo que sin duda influye mucho en su valor económico: cuando Heini Thyssen se lo regaló a su esposa, el diamante estaba valorado en 3'8 millones de dólares, mientras que ahora podría adquirir un precio en el mercado de hasta 7 millones.

Se trató de un regalo de boda y, precisamente, la Baronesa lo estrenó en la fiesta nupcial que celebraron en el Castillo de Daylesdorf unos meses después de contraer matrimonio. Ese día, ninguno de los invitados fue capaz de apartar su vista del cuello de Tita e incluso muchos de ellos insistían en tocar el preciado diamante. Su marido comentaba resignado: "Tengo cuadros más caros que esta joya y nadie se para tanto para mirarlos".

Los periodistas Teo Lozano y Goya Ruiz cuentan en su libro 'Carmen Cervera: la Baronesa' (2008) que "esta joya se guardaba siempre en una caja fuerte de la que era rescatada por la Baronesa para lucirla en ocasiones muy especiales. Entonces, la compañía en la que estaba asegurada enviaban a dos escoltas cuya única misión era custodiar el multimillonario brillante".

El momento más especial que vivió el matrimonio Thyssen-Bornemisza fue sin duda la inauguración en Madrid del museo que lleva su nombre el 8 de octubre de 1992. Como no podía ser de otro modo, el diamante 'Estrella de la Paz' volvió a aparecer en el cuello de Tita y consiguió deslucir a la mismísima Reina Sofía, cuyas perlas parecían una "baratija" en comparación con la piedra que colgaba del cuello de su anfitriona.

Los tiempos ahora han cambiado y es cada vez menos frecuente que este tipo de alhajas tan llamativas salgan del joyero de sus dueñas. De hecho, el periodista Aurelio Manzano desveló que "Tita tenía intención de volver a lucirlo (el diamante 'Estrella de la Paz') en el 25 aniversario del Museo Thyssen, en 2017. Pero me contó que por una cuestión de conciencia social con el momento económico que atravesaba España prefirió no llevarlo, al ser una joya demasiado ostentosa".

El broche de la Reina María Cristina

Las joyas de la Baronesa Thyssen están a la altura incluso de las de la realeza europea. Es más, tiene en su poder una pieza histórica que en su día formó parte del joyero de la Casa Real Española. Se trata de un broche de oro y diamantes de 95 quilates que perteneció a la Reina María Cristina, esposa del Rey Alfonso XII.

La pieza fue creada en 1879 por encargo del monarca español como regalo de bodas para su segunda esposa. Se trata de una pieza con un tamaño de 20 centímetros y que sigue la tendencia de los "corsage" o prendedores propios del siglo XIX utilizados por las damas de la aristocracia y la realeza. A diferencia de los actuales broches, estos se colocaban debajo del pecho debido a su gran tamaño.

Tras la muerte de la Reina en 1929 la joya pasó a manos de su hija, la Infanta María Teresa, y de ahí fue pasando de una generación a otra hasta que finalmente el Barón Thyssen la adquirió en los años 80 para que fuese lucida por su nueva esposa española. ¡Quién le iba a decir a Carmen Cervera que se codearía con la realeza a incluso poseería sus antiguas joyas!

Lo cierto es que, a pesar de que la lució en varias ocasiones mientras vivió su marido, este broche no es una de las piezas predilectas de la Baronesa Thyssen. Quizás por ello, en 2015 decidió subastarlo a través de Christie's. La famosa casa de subastas se refería al broche como una "pieza majestuosa" y la calificaban como "la máxima personificación de la joyería europea del siglo XIX". Se estimaba que podría llegar a los 2 millones de euros, pero la puja se cerró sin que nadie se mostrase especialmente interesado y al final no se produjo la venta. Por lo tanto, sigue formando parte del joyero de Tita Cervera.

Su vinculación a Bulgari

La Baronesa Thyssen posee alhajas de las firmas más importantes del mundo, destacando las de Harry Winston, Cartier y, sobre todo, Bulgari. Los joyeros italianos han estado muy presentes en la vida de la aristócrata desde que se casase con Heini Thyssen, ya que éste, a quien le encantaba ver a su esposa cubierta de las mejores joyas, nunca tuvo el menor reparo en gastarse ingentes cantidades de dinero en sus tiendas.

Un amigo del matrimonio contó a Lozano y Ruiz en la ya citada biografía de Carmen Cervera una curiosa escena que vivió en primera persona una vez desayunando con los Thyssen en Paris: "Tita había visto en el escaparate de Bulgari unos pendientes y un collar de esmeraldas que le gustaron. Lo comentó durante el desayuno y Heini le dijo: '¡Cómpratelos!'. Firmó un talón por valor de 50 millones de pesetas, envió a su secretario a la tienda y éste, al momento, vino con las joyas".

No es de extrañar entonces que los propietarios de Bulgari hayan considerado desde entonces a Tita Cervera como una de sus mejores clientas y guarden con ella una relación muy especial. En 2011, cedió parte de sus piezas para una exposición de la firma en el Grand Palais de París, en 2014 volvió a cederlas para la reapertura de la tienda en Roma y lo mismo en 2015 para la inauguración de la nueva tienda Bulgari en Madrid.

Todo esto fue el preludio de la exposición 'Bulgari y Roma' que el Museo Thyssen-Bornemisza llevó a sus salas en 2016. Fue la propia Baronesa Thyssen quien propuso la idea a cambio de ver expuestas sus propias joyas en el museo que ella consiguió traer a Madrid. Al fin y al cabo, ella misma reconoce: "Las joyas son piedras bellísimas que están en la naturaleza y a las que luego unos artesanos magníficos les dan su toque creativo. Son como pequeñas obras de arte".

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