-
-
-
-
-
-
-
La iglesia de Santa Ana, en el corazón del barrio de Triana (Sevilla), fue el pasado 28 de noviembre el escenario del bautizo de Nicolás, el hijo más pequeño de Fran Rivera y Lourdes Montes. Una tradición familiar que se repite, ya que sus hermanos mayores, Carmen y Curro, también recibieron el sacramento en este mismo templo, conocido popularmente como "la catedral de Triana".
Fran Rivera y Lourdes Montes en la Feria de Abril de Sevilla 2023El pequeño Nicolás, de casi ocho meses, llegó al altar en brazos de su madre, sonriente y despierto, estrenando un faldón de piqué blanco de la firma infantil Yvonne, acompañado de capa, capota y patucos a juego. Lourdes optó por un traje de chaqueta y pantalón de terciopelo rojo de Mirto, mientras que Cayetana Rivera, hija mayor de Fran, lució un conjunto burdeos de Himba. Los hermanos mayores, Carmen y Curro, se sumaron al posado familiar conjuntados en tonos verdes, felices de acompañar al benjamín en su gran día.
Los padrinos fueron el empresario José Luis López, "el Turronero", amigo íntimo de Fran desde hace más de una década, y Paloma Rojas-Marcos, amiga de la infancia de Lourdes. Entre los invitados se encontraban la madre de Lourdes, Lourdes Parejo, y su pareja, el doctor Esteban Blanco, además de la hermana de la diseñadora, Sibi Montes, con su marido Mateo Ibáñez. La chef Pepa Muñoz, madrina de Carmen, también estuvo presente.
El bautizo de Nicolás con sus padres y su hermana | HolaUno de los momentos más emotivos lo protagonizó Cayetano Rivera, que acudió solo al templo tras el accidente de tráfico sufrido semanas atrás. En el interior, saludó afectuoso a todos los presentes y se fundió en un abrazo con su hermano Fran, demostrando la unión entre los hijos de Carmen Ordóñez y Paquirri pese a los rumores de distanciamiento.
El llanto de Nicolás se apagó con "Soy rociero"
La ceremonia fue oficiada por el padre Jaime Conde. Nicolás lloró con fuerza al recibir el agua bautismal, mientras sus hermanos observaban emocionados junto a la pila. El llanto se apagó cuando comenzaron a sonar las guitarras con los acordes de "Soy rociero", un himno cargado de simbolismo para Fran y Lourdes, habituales en la peregrinación a la Virgen del Rocío. Al borde de las lágrimas, padres, padrinos y familiares escucharon la interpretación que cerró un bautizo lleno de tradición, emoción y recuerdos compartidos.
