El actor, que ha regresado de sus vacaciones en Río de Janeiro se ha preocupado por el estado de salud de su exmujer.
Unos días después de haber sido ingresada de urgencia en un hospital de Los Ángeles por "abuso de sustancias" y padecer anorexia, Demi Moore ha salido de la clínica, coincidiendo con la llegada de su exmarido Ashton Kutcher de sus vacaciones de Río de Janeiro.
Afortunadamente, la actriz ya ha recibido el alta médica y se ha trasladado al lado de los suyos para continuar con un tratamiento contra el agotamiento físico que padece. "Debido a las tensiones de su vida en este momento, Demi ha elegido buscar ayuda profesional para tratar su agotamiento y mejorar su salud en general. Tiene ganas de sentirse mejor y agradece el apoyo de su familia y amigos", reza el comunicado de sus representantes. No obstante, lo que aún se desconoce es si el actor ha visitado a su exmujer, pero lo que sí está claro es que sí que se ha molestado en saber acerca de su salud. "Ashton está profundamente preocupado por Demi, le sigue queriendo mucho y siempre le desea lo mejor", contó una fuente a la revista People.
Y es que todo apunta a que la actriz abusaba demasiado de las bebidas energéticas. "Demi evita tomar alcohol pero, sin embargo, bebe muchísimo Red Bull cuando sale fuera. Además, en los últimos meses no ha estado comiendo demasiado, así que básicamente ha estado abusando de la cafeína también durante el día, para tener energías", declaró una amiga de la estrella al diario 'The Sun'. La pareja, que se casó en 2005 después de dos años de noviazgo, formaba uno de los matrimonios más envidiados de Hollywood. A pesar de que ambos intentaron salvar su matrimonio realizando una escapada romántica al Lago Cachumba, a La Cábala y luciendo sus anillos de compromiso, lo cierto es que la sombra de la separación rondaba a la pareja desde hacía tiempo.