Alessandro Lequio y María Palacios desvelan cómo llamarán a su bebé y quiénes serán sus padrinos

Horas después de que ¡Hola! adelantase su portada para anunciar que Alessandro Lequio y María Palacios estaban esperando su primer hijo, la revista ha llegado a los kioskos. El reportaje protagonizado por el primo segundo del Rey de España y su mujer cuenta con 10 páginas y ofrece muchos datos sobre la feliz noticia.

Aunque la alegría es grande, los padres han contado lo mal que lo han pasado hasta que han conseguido concebir, de hecho estuvieron a punto de resignarse a no tener hijos en común. Lo cierto es que los problemas empezaron nada más empezar a intentar ser padres, ya que Palacios tuvo que ser operada de un mioma, por lo que tuvieron que dejarlo por una temporada. Más tarde, volvieron a trabajar para concebir un hijo, se detectó a María Palacios un problema en el tiroides del que tuvo que tratarse. Después llegó por fin el ansiado embarazo.

Los hijos de Lequio, encantados con tener un hermanito

Por el momento, Palacios se encuentra muy bien, y tras pasar un buen primer trimestre, enfila el segundo con más sueño y menos hambre, así como dejando de lado el deporte para estar tranquila y evitar cualquier problema que pudiera sufrir el bebé.

Pese a que Lecquio está un poco asustado por lo mayor que es, tiene 55 años, está encantado con volver a su padre, y de hecho sus dos hijos, Clemente y Álex, están muy contentos y le han comentado que el hecho de ser un progenitor maduro no tiene nada de malo.

Finalmente, el hijo del Conde Lequio y Sandra Torlonia ha confesado que los padrinos del bebé serán su hijo Álex, que se impone a Clemente por cercanía geográfica, y su jefa Ana Rosa Quintana, una persona muy cercana y muy importante para él. La pareja prefiere una niña porque él ya tiene dos hijos varones, pero lo que es importante es que esté sano.

En cuanto a los nombres, si es niño les gustaría llamarle Marino, mientras que si es niña les apetece Ginevra. Marino es un nombre de la familia de Lequio por parte de madre, y más concretamente de los Civitella-Cesi. En el caso de Ginevra les gusta con v porque es como se escribe en italiano.