Por supuesto, este fue un evento que no se quiso perder nadie -o casi nadie, porque su hermano Enrique Iglesias no fue- y la pareja consiguió reunir en el Palacio de El Rincón que Tamara Falcó heredó de su padre Carlos Falcó a un total de 400 personas entre familiares, amigos y allegados. En cambio, si mucho de ellos llegaban allí con muchas ganas, salían varias horas más tarde posiblemente pensando en hacer una parada técnica en algún lado para picar algo al quedarse con hambre tras el convite.
Para el cóctel tras la ceremonia tenían:
- Talo de langosta y flores
- Néctar de rosas y aroma
- Espárragos en textutura
- Macaron de flores
- 'Limón Grass'
- Erizo en texturas
- Nori y caviar
- Nigiris
- Sardina bilbaina
- Txipi Pelayo
- Bogavante sake y txakoli
- Atún y piparras
- Salmonete, sagardoa y lima
- Olvia helada 'Reseva de la familia'
- Vermouth trufado
- Macaron de trufa
- Brioche de salazones y anguila
- Tarta de Txangurro
- Polvorón de queso Carranzana
- Tarta de guisante lágrima
Ya sentados a la mesa tenían de menú:
- Entrante: Hojas de verano y quisquillas y esencia de hierbas maridado
- Principal: Pichón asado, trufa, tembloroso de setas, ñoquis de Idiazábal y estofado de trigo
- Postre: Chocolate y Oliva 'Marqués de Griñón'
Todo ello marinado con los vinos de la bodega del padre de la novia, 'AAA', un homenaje al ya fallecido Carlos Falcó, muy presente en toda la ceremonia. Pero nada de esto pudo acabar con el hambre de algunos allí presentes ni frenar las quejas a posterior: "La gente se tiró al pan", "Había tres quisquillas, un pichón pequeño y un postre de chocolate con aceitunas muy raro. Se pasó hambre y hubo recena, pero a las 3:30h de la madrugada no la habían sacado y muchos invitados ya se habían ido", recoge el medio Informalia.
Por su parte Isabel Rábago, que tenía la misma información, era un poco más suave con las palabras: "Igual que le ponen un absoluto 10 a la preboda, luego todos los comentarios de la boda era que los aperitivos previos a la cena era excepcionales, pero luego se quedaron un poco así con la cena. Decían: 'Había tres quisquillas, un poco de pichón y postre chocolate', y había pichón que no estaba del todo cocinado". Eso sí, todo el mundo se mostró muy contento con la barra libre y la fiesta posterior a la cena que se alargó en El Rincón hasta bien entrado el domingo llegando los novios al hotel a primera hora de la mañana.