Galería: Paulina Rubio, la chica dorada
En 'El tiempo justo' se ha revelado una información que pone contra las cuerdas a Paulina Rubio. La cantante mexicana ha sido acusada por su antiguo casero en Miami de impago de alquiler, ocupación ilegal y daños en la vivienda que ocupó entre marzo de 2024 y abril de 2025. El alquiler mensual era de 35.000 dólares, y el propietario asegura que Paulina Rubio dejó de pagar dos meses, acumulando una deuda inicial de 70.000 dólares.

Además, el casero afirma que Paulina permaneció en la casa 15 días más allá del fin del contrato, lo que la convierte en " inquilina remanente " según la ley de Florida. Esto implicaría abonar el doble del alquiler por ese período extra, es decir, otros 35.000 dólares. A esta cifra se suman 5.259 dólares por desperfectos en la propiedad, que el casero describe como " condiciones insalubres " con daños en puertas, sofás, césped y asientos de inodoros.
La suma total reclamada asciende a 110.259 dólares. Sin embargo, la defensa de Paulina Rubio sostiene que ya se han abonado 17.500 dólares por los días extra y que los daños están sobrevalorados. Según su equipo legal, el coste real de las reparaciones no supera los 2.700 dólares, y considera que el casero ha inflado las cifras en la demanda.

Este nuevo conflicto judicial se produce en medio de las tensiones que la artista mantiene con su expareja Colate Vallejo-Nágera por la custodia de su hijo. La acusación de "inquiokupación" ha generado un gran revuelo mediático, especialmente por el perfil de la vivienda, situada en una de las zonas más exclusivas de Miami, y por el tono de la querella, que califica a Paulina como responsable de "destrozar" la propiedad.
Paulina, en el punto de mira judicial
Según se comentó en 'El tiempo justo', el casero habría intentado resolver el conflicto de forma privada antes de acudir a los tribunales, pero asegura que Paulina Rubio no respondió a sus requerimientos. Esta falta de comunicación, sumada al estado en el que, según él, quedó la vivienda, habría precipitado la demanda formal. El entorno de la cantante, por su parte, considera que se trata de una maniobra para presionar mediáticamente a Paulina en un momento delicado, ya que la artista atraviesa un proceso legal por la custodia de su hijo y está preparando nuevos compromisos profesionales.