Lea Michele atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida. Ha perdido a un compañero de serie, pero también a su novio. Desde que muriera, como consecuencia de una sobredosis de alcohol y drogas, Cory Monteith el pasado mes de julio, en pocas ocasiones ha querido la actriz hablar en público del tema.
A la salida de un restaurante de Los Ángeles en el que estuvo comiendo con algunos de sus compañeros de serie como Jane Lynch o Matthew Morrison, así como el creador de la serie Ryan Murphy, Lea Michele concedió unas declaraciones a TV Week Australia.
Lea Michele: "Yo he perdido a dos personas: Cory y Finn"
La intérprete, que se mete en la piel de Rachel Berry en la ficción musical, ha asegurado que el capítulo, que llevará por título 'El Quarterback' -que se emite este 10 de octubre-, es "perfecto. No lo he visto todavía pero lo hicimos porque era algo que necesitábamos hacer todos juntos".
Asimismo, Lea Michele asegura que nunca se planteó dejar 'Glee' tras la muerte de Cory Monteith porque "estamos todos juntos como una familia y nos apoyamos mutualmente". Y en cuanto a las razones para hacer este capítulo homenaje, la actriz ha explicado que ha "perdido a dos personas -Cory y Finn-. Hicimos una ceremonia de despedida en la que algunos miembros del reparto cantaron, por lo que hacer lo mismo con Finn me parecía terapéutico".
Y es que Ryan Murphy aseguró en unas declaraciones que nunca hubieran hecho un capítulo a modo de homenaje al actor si su novia -que ha participado muy activamente- no hubiera accedido. Ahora sabemos las razones que llevaron a Lea Michele a recordar de esta manera a Cory Monteith.
Por su parte, respecto al contenido del capítulo, del que ya se han podido ver un emotivo avance y un cartel en el que puede leerse que 'La palabra más dura de decir es adiós', se sitúa unas semanas después del funeral de Finn -cuya causa de la muerte no se explica puesto que en un primer momento pensaron en tratar el tema de las drogas, finalmente se descartó-. Todos los chicos de 'Glee' se reúnen entonces para rendir homenaje musical al quarterback frente a un pequeño altar coronado por una fotografía suya.