Juan Avellaneda ha protagonizado uno de los momentos más emotivos del programa 'Y ahora Sonsoles' al hablar abiertamente sobre el cáncer de testículos que le fue diagnosticado con tan solo 26 años. El diseñador, conocido por vestir a figuras como Tamara Falcó, Nieves Álvarez o Cristina Pedroche, ha querido aprovechar su presencia en televisión para visibilizar una enfermedad que, según él mismo reconoce, "sigue siendo tabú, especialmente entre los hombres".
Durante la entrevista con Sonsoles Ónega, el diseñador relató cómo vivió aquel episodio que marcó un antes y un después en su vida. " Tuve mucha suerte porque estaba localizado. Lo que hicieron fue operar y sacar. Ahí se quedó todo", explicó con serenidad. Desde entonces, se somete a revisiones periódicas y ha convertido la prevención médica en una prioridad. "Gracias a ir al médico a tiempo, lo superé", insistió.
El diseñador también reveló que el cáncer ha estado presente en su entorno familiar: su padre sufrió cáncer de piel y su madre, de mama. De hecho recientemente ella ha tenido que ser intervenida de nuevo. "Es algo que ha estado en la familia siempre", confesó. Esta carga genética ha hecho que Avellaneda mantenga una actitud vigilante y comprometida con su salud.

Más allá de su experiencia personal, el creador de moda quiso poner el foco en la falta de referentes masculinos que hablen abiertamente sobre este tipo de cáncer. "Me escriben muchas madres contándome que sus hijos también lo tienen. Es una zona muy sensible, y eso lo convierte en un tema tabú. Pero funciona todo igual, y si no te ha funcionado, es que te has salvado", reflexionó.
"Flashing Lights": moda, ficción y confesiones
Además de compartir su historia de superación, Juan Avellaneda presentó su primera novela, 'Flashing Lights', una obra que mezcla realidad y ficción en el universo de la alta costura. En ella, el diseñador se desnuda emocionalmente y aborda temas como el poder, la identidad y el amor, con personajes inspirados en su entorno más cercano. Una nueva faceta que confirma que, tras la enfermedad, Avellaneda ha apostado por vivir con autenticidad y sin miedo.