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Iván González comenzaba la gala de 'Supervivientes' quejándose de que en algunos momentos se había notado el trato de favor hacia otros concursantes por el tema de las visitas. Lo que menos se imaginaba él es que iba a poder ver a su abuela en la mismísima isla y que Alba Carrillo podría abrazar a su prima.
Iván muy emocionado / Foto: telecinco.esComo todo en 'Supervivientes' hay que conseguirlo con su respectiva prueba y en esta ocasión no iba a ser diferente. Alba Carrillo e Iván tenían que comerse lo que había en varios platos para levantarlos y ver el número que había bajo dicho plato. Esos números eran llaves que podrían coger para abrir los tres candados de la jaula en la que estaban su abuela y su prima respectivamente.
Alba Carrillo se ha comido incluso un ojo con una cara de asco impresionante con tal de conseguir más oportunidades para abrazar a su prima. El reencuentro de ambos ha sido muy emocionante y ninguno ha podido contener las lágrimas nada más ver quien les estaba esperando al otro lado de la prueba.
Alba junto a su prima / Foto: telecinco.esRegalos para los dos
La abuela de Iván ha querido traerle un regalo a su nieto, el cual la considera una segunda madre, y le ha entregado un colgante para que la recuerde siempre. Por su parte, la prima de Alba Carrillo le ha dado una gorra de 'chulapo' de San Isidro con un clavel enganchado y, aunque pueda parecer una tontería, ese detalle tenía mucho significado. Su prima le decía que era de su hijo porque la había echado mucho de menos en esas fiestas madrileñas. Sin lugar a dudas este reencuentro les ha dado fuerza para seguir hacia delante.