Chimo Bayo hizo un milagro
Tras conocer la decisión de la audiencia, era el momento de que Chimo Bayo desvelase el secreto con el que entró en el concurso. Para sorpresa de muchos, el DJ era el que "había hecho un milagro", algo que se le había atribuido erróneamente a Bigote Arrocet por su gran religiosidad. Tal y como el ya exconcursante explicó, todo ocurrió en el año 93: "Recibí una llamada de mi mánager para ir a visitar a un chico que le habían diagnosticado un cáncer y lo daban por perdido, le quedaba un mes de vida".
Esta persona era un gran fan suyo, tanto, que lo veía como un Dios: "Tenía una foto de Jesucristo y otra mía". Bayo no dudó en cumplir su última voluntad y se reunió con él en los que se esperaba que fueran sus últimos días de vida: "Estuvimos hablando durante media hora, porque a mí me imponía mucho la cuestión". Para sorpresa de artista, días más tarde recibió una noticia inesperada: "Al poco tiempo me llamaron sus padres para decirme que no había sucedido, que había recuperado perfectamente cuando le daban por perdido".
El silencioso regreso de Cristina Paorta
Y mientras Chimo Bayo abandonaba la que había sido su casa los últimos días, Cristina Porta regresaba a la casa para seguir adelante con el concurso. Un regreso que sabía que no haría gracia a todos: "¡Madre mía cuando entre yo ahí!", y no se equivocaba. Solo tres de sus compañeros se levantaron a recibirla: Luca Onestini, Miguel Frigenti y Jesús de los Gemeliers.
Poco a poco, el resto de compañeros se fueron acercando a ella para felicitarla por su salvación e incluso alguno de ellos intentaba calmar las aguas tras la fuerte bronca que habían tenido antes: "Contigo me gustaría hablarlo", le decía la recién incorporada a Sofía Cristo. "Para mí lo significa todo", decía el colaborador de 'Sálvame' sobre la vuelta de su compañera.