Edmundo Arrocet, más conocido como Bigote Arrocet, está acostumbrado a subirse a los escenarios para mostrar su cara más amable y artística. Sin embargo, la pareja de María Teresa Campos vivió durante unos cuantos años su propio drama personal, el que le llevaría a dejarse de hablar con su padre desde que se marchara de casa con apenas doce años. Así se lo ha explicado él mismo a Bertín Osborne en una nueva entrega de 'Mi casa es la tuya', que ha tenido lugar en casa de la presentadora.
Según ha narrado Bigote Arrocet, cuando sus padres le metieron interno en un colegio de Miami, y ante la inminente separación de sus progenitores, él decidió escaparse. "Primero me fui al edificio de un amigo en una incineradora de basura y no volví nunca más a casa", ha contado el humorista, quien también ha desvelado que más tarde se iría a trabajar a las minas al norte del país.
Bertín Osborne y Bigote Arrocet en 'Mi casa es la tuya'/Foto:MiteleNo obstante, si hubo algo que él perdió cuando tomó esta decisión fue la relación con su padre. Durante su entrevista con Bertín Osborne, ha contado el complicado carácter que decía tener su progenitor, quien incluso llegó a volverle la cara cuando ambos se encontraron casualmente en la calle. Lo cierto es que, aunque nunca llegaron a reencontrarse en vida, el humorista sí acudió a la tumba de su padre para de alguna forma limar asperezas.
"En uno de los viajes que hago a Chile voy a visitar la tumba de mi padre y le empiezo a decir de todo, pero cuando ya termino le doy las gracias porque si yo hubiese seguido con él, no habría sido como soy", ha contado Bigote Arrocet visiblemente emocionado y sin poder contener las lágrimas.
Él es diferente
Y es que, si hay algo que ha querido destacar el intérprete es que gracias a que él vio cómo se comportó su padre, él ha podido ser todo lo contrario con sus hijos. "Soy cariñoso con mis hijos. Mi relación con mis hijos es muy buena y con el que tuve fuera del matrimonio, nos estamos conociendo ahora" ha reconocido Arrocet, quien no piensa darse por vencido en su intención de recuperar el cariño de su hijo.
