Según publicaba la revista Lecturas tras acceder a documentos que así lo demuestran, Raquel Bollo tendría una deuda de 712.716,58 euros a causa de sus hipotecas, las reclamaciones de Hacienda y los acreedores privados del taller que tiene en Sevilla y donde se confeccionan los vestidos que ella misma diseña. Una complicada situación económica que, pese a llamativa, parece haber sido una tónica en la vida de la sevillana.
"En la época que yo trabaja con ella a veces trabajaba 8 horas y otras veces más y la sorpresa mía fue que estaba solamente asegurada dos. Después de esto me contó varias deudas que tenía, entre ellas la de Belén", contaba la que fue concursante de 'Gran Hermano VIP'. Fue entonces cuando le pidió, ya con varias deudas a sus espaldas, pedir un préstamos a su nombre porque evidentemente ella no podía pedirlo. "Y aquí es cuando me dice si sería posible pedir un préstamo a mi nombre mientras yo estaba en su tienda trabajando. Ella para pedirlo a mi nombre necesitaba tener más horas de trabajo y tengo las dos últimas nóminas de aquel tiempo donde sí tengo las ocho horas para poder pedir el préstamo", siendo entonces cuando la regularizó.
Intentó pedir un préstamos a nombre de Aguasantas
Un préstamos que ni era cómo Raquel Bollo se esperaba, ya que a Aguasantas solo le ofrecían los bancos 30.000 euros y no los 60.000 que quería su suegra, ni llegó a pedirse porque a los pocos meses esta rompería su relación con Manuel Cortés dejando también de preocuparse por la situación económica de la sevillana. Pero esta siguió haciendo de las suyas mucho más tiempo la parecer.
Una ropa que, según Aguasantas, le vendía más cara a las que eran sus compañeras incluso que en la tienda y muy por encima del margen de beneficio normal: "Vestido por 200 euros que ella compraba por 80 o 70", decía la exgran hermana que mientras trabajaba en la tienda de Sevilla tenía conocimiento tanto del precio de compra como del de venta y también de esta supuesta mala praxis que llevaba a cabo Raquel Bollo.