La Monarca ha sido fotografiada en su Range Rover dando un paseo por los jardines de su finca acompañada por uno de sus corgi, que iba justo detrás de ella en otro vehículo. Una aparición en la que se ha dejado ver algo seria, con la cabeza cubierta por un pañuelo, pero con buen aspecto.
La Reina está pasando unos días de descanso allí tras trasladarse desde el Castillo de Windsor, donde ha estado descansando desde que su equipo médico le obligara a cancelar su viaje a Irlanda del Norte y más tarde su aparición en la Cumbre del Clima de Glasgow.
La Reina Isabel no renuncia a conducir
Así, aunque en esta ocasión iba sentada en el asiento del copiloto, días anteriores se ha dejado ver por los alrededores del Castillo de Windsor al volante de su vehículo y sin ningún tipo de ayudante que le acompañase. Ahora ha preferido salir a dar esa vuelta por los terrenos de su finca junto a un acompañante.