REALEZA SUECA

El resurgir de Magdalena de Suecia: la princesa exiliada y criticada que lucha por recuperar su sitio

La Duquesa de Hälsingland y Gästrikland vuelve a centrarse en sus compromisos oficiales como nunca en una nueva etapa de su vida.

Guillermo Álvarez 10 Febrero 2019 en Bekia

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No es fácil ser un royal. Se podría decir que ya son famosos antes de nacer y desde que vienen al mundo, acaparan las miradas. Cuando crecen tienen que tener cuidado con lo que dicen y lo que hacen, y por mucho que intenten hacerlo todo bien, siempre se les va a criticar... y mucho. Tampoco pueden dedicar qué camino tomar en la vida en muchas ocasiones y saben que la elección de su pareja puede traer consecuencias no siempre agradables.

No, no es fácil ser royal, pero eso sí, al menos pueden gozar de una vida acomodada y llena de privilegios con los que la mayor parte de los mortales no pueden ni soñar. Además, como tienen las necesidades cubiertas y su trabajo es de representación, pueden volcarse en causas sociales que hagan más fácil la existencia a los demás y de paso, que puedan sentirse mejor con ellos mismos y ellas mismas por hacer el bien.

Que no es fácil pertener a la realeza bien lo sabe Magdalena de Suecia. Nacida el 10 de junio de 1982 en el Palacio de Drottningholm, no estaba llamada a reinar al ser la tercera hija del Rey Carlos XVI Gustavo, teniendo por delante a sus hermanos Victoria (1977) y Carlos Felipe (1979).

El futuro de la llamada en su juventud 'Party Princess' por su afición a las fiestas y al lujo, pasaba por representar a la Corona y si lo deseaba, formar una familia. Eso es lo que pensaba hacer con el abogado sueco Jonas Bergström, con el que comenzó a salir en 2002. La pareja se prometió en 2009, pero el 24 de abril de 2010 se informó de su ruptura. El motivo fue la infidelidad de él. La Duquesa de Hälsingland y Gästrikland, destrozada, abandonó Suecia y se instaló en Nueva York para recuperarse del palo que le había dado la vida, o mejor dicho, el que iba a ser su marido. Allí comenzó a trabajar en la sede de la World Childhood Foundation, entidad creada por la Reina Silvia en 1999.

La Princesa Magalena era fácil lejos de los paparazzi, trabajando a favor de la infancia y disfrutando de una nueva vida. Allí conoció al financiero Chris O'Neill, con el que no tardó en compartir casa. La pareja se casó el 8 de junio de 2013 y han sido padres de tres niños, la Princesa Leonor (2014), el Príncipe Nicolás (2015) y la Princesa Adrienne (2018).

¿Qué problema ha habido? Lo primero es que no gustó que se marchara a Nueva York y olvidara su agenda oficial en Suecia. Con su mudanza descuidó sus compromisos, y aunque ha intentado cumplir con los Nobel, cita ineludible para la Familia Real Sueca, y con My Big Day, entidad de la que es presidenta de honor, terminó centrándose en su vida privada, así como en la World Childhood Foundation. Sin embargo, fue acusada de dejación de funciones.

Con la llegada del Príncipe Nicolás se especuló con su retorno a Suecia con su marido y sus hijos, pero fue una falsa alarma. Para tratar de conseguir la empatía de la ciudadanía sueca, el siempre hermético Chris O'Neill concedió una entrevista en la que señalaba que no podía llevar sus negocios desde Suecia y que debía estar en Londres, deseando que su mujer y sus hijos vivieran con él. Con el beneplático de la ciudadanía sueca o sin él, la familia se desplazó a Londres, donde vivieron hasta que en verano de 2018 se establecieron en Miami, también debido a los negocios de Chris O'Neill.

Las críticas seguían y Magdalena de Suecia cada vez espaciaba más sus visitas a su país, e incluso descuidó su labor en la World Childhood Foundation, o al menos en la parte visibie. Se anunció que iba a escribir un libro que nunca llegaba, y la disminución de su agenda oficial se defendía aludiendo que era algo que había ocurrido también con sus tías, las Princesas de Haga, y que quería pasar el mayor tiempo posible con sus hijos, algo que no pudo tener ella al ser hija de Reyes.

Pero entonces llegó 2019. Aunque por el momento no hay mudanza de la familia a Suecia, y se buscan triquiñuelas para que los tres hijos del matrimonio principesco no pierdan sus títulos al no estudiar en el país escandinavo, la Princesa Magdalena lucha para no perder su sitio, y parece que lo ha conseguido.

2019, un año decisivo para Magdalena de Suecia

El comienzo del año ha sido más que positivo. Por un lado, por fin se anunció el lanzamiento de su esperado libro 'Stella y el secreto'. En declaraciones sobre este libro, la Princesa Magdalena ha comentado lo que busca con él: "Poder contribuir a las conversaciones entre niños y adultos sobre temas difíciles relacionados con las situaciones difíciles que vive la infancia. Pretende insuflar a todos los niños la fuerza necesaria para defenderse y la conciencia de que es importante hablar cuando sientan que algo no va bien".

Por si fuera poco, el 7 de febrero de 2019, día del 20 aniversario de la entidad solidaria, se presentó en una reunión del Comité Ejecutivo de la World Childhood Foundation junto a la fundadora, la Reina Silvia. Esa misma noche acudió a una cena benéfica junto a los Reyes y su hermano Carlos Felipe. Magdalena estaba elegante, guapa, radiante y sobre todo orgullosa por el trabajo de la fundación y por el suyo propio. La Duquesa de Hälsingland y Gästrikland pide su espacio, el que alguien cree que ha perdido, pero que sigue siendo suyo, viva en Miami o en Estocolmo. Magdalena es mucha Magdalena.

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