Como cada año, los Príncipes Alberto y Charlene de Mónaco han celebrado la llegada de la Navidad junto a un grupo de niños que se han acercado a Palacio para estar un rato junto a ellos. Una jornada muy especial en la que los grandes protagonistas iban a ser los pequeños Jacques y Gabriella.
Este año vivirán su segunda Navidad y, con dos añitos recién cumplidos, los Principitos ya se enteran mucho más de todo lo que ocurre a su alrededor, por lo que este año será aún más especial y abrirán sus regalos con mucha más alegría.
Gabriella de Mónaco llorando en brazos de la Princesa Charlene en la fiesta infantil de Navidad 2016Pero antes era el momento de celebrar la llegada de la Navidad en familia con un acto público al que la Princesa Gabriella se negó a acudir. A pesar de ser una fiesta infantil, la pequeñaja se asustó de los muñecos y se cogió una gran rabieta que obligó a su madre a cogerla en brazos para calmarla.
Al no conseguirlo, Charlene de Mónaco decidió que lo más efectivo para todos era cambiar rápidamente los planes y que Gabriella regresara a casa, quedándose su hermano Jacques con todo el protagonismo. El heredero, con un carácter mucho más amable, se mostró muy atenta y divertido con todo lo que ocurría a su alrededor.
Jacques de Mónaco en la fiesta infantil de Navidad 2016No es la primera vez que Gabriella muestra su carácter
De hecho no es la primera vez que la Princesa Charlene tiene que 'mandar a casa' a su hija. Ya ocurrió con el tradicional picnic con el que cada año la Familia Real Monegasca da por terminado el verano.
En aquella ocasión Gabriella se enfadó incluso antes de salir de casa. La Condesa de Carladès se pilló tal berrinche que fue imposible su presencia, algo que tuvo que ser explicado puesto que en un primer momento nadie sabía qué le pasaba a la pequeña para no estar en el acto junto a su hermano.
