Todos y cada uno de los pasos del Príncipe Harry y Meghan Markle generan una grandísima expectación. Ellos tratan por todos los medios de llevar una vida discreta, íntima y alejada del foco público, pero es imposible pasar desapercibidos. Tras su mudanza a una increíble mansión situada en la lujosa zona de Montecito, en Santa Barbara, la cosa no ha cambiado y sus vecinos empiezan a estar un poco molestos por vivir junto a los Duques de Sussex.
Como es lógico, el hecho de que se hayan mudado a una casa que cuenta con 1300 metros cuadrados construidos y cuenta con todo tipo de comodidades e instalaciones, ha generado una gran expectación, atrayendo a la zona tanto a los paparazzi, que quieren captar sus entradas y salidas, como a numerosos curiosos que pasean por allí a ver si tienen la suerte de cruzarse con ellos.
La primera aparición de los Sussex desde su casa de Santa Barbara / YoutubeUn trasiego que no gusta nada a sus vecinos. Así se lo han contado a TMZ, que ha recogido el testimonio de algunos de ellos, que se quejan de que sobrevuelan por encima de sus casas helicópteros varias veces al día, mientras que los comerciantes aseguran estar cansados de que personas entren a sus locales preguntando si han visto por allí al Príncipe Harry y Meghan Markle.
Los actos de los Duques de Sussex en Los Angeles
Rechazan la presencia de todos esas personas que pueden considerarse turistas y temen que, tras la pandemia por el coronavirus, la cantidad de gente que pase por allí a diario sea muchísimo mayor, alterando la tranquila vida de una lujosa zona en la que viven otras personas muy populares como Oprah Winfrey -íntima amiga de la Duquesa de Sussex- o Gwyneth Paltrow.
El Príncipe Harry y Meghan Markle plantando flores con unos niños en Preschool Learning Center de Los AngelesNo obstante, lo cierto es que los Sussex están consiguiendo su propósito desde su llegada a Santa Barbara puesto que, por el momento, solo se han podido tomar imágenes de ellos cuando han cumplido con algún compromiso al que se han comprometido. Así, acudieron a uno de los barrios más necesitados de Los Angeles para repartir alimentos y material escolar y más tarde se han convertido en jardineros por unas horas en una escuela infantil.
