El Príncipe Guillermo y Kate Middleton ultiman los detalles para mudarse a Forest Lodge, una impresionante casa de campo situada en el corazón del Windsor Great Park. Con más de tres siglos de historia y catalogada como un inmueble de gran valor y belleza arquitectónica, esta residencia supone para los príncipes de Gales la oportunidad de crear un "hogar para siempre".
Forest Lodge, construido en el siglo XVIII, conserva elementos arquitectónicos originales como chimeneas de mármol, cornisas de escayola y ventanas venecianas. La mansión está rodeada de naturaleza gracias a sus amplios terrenos, que incluyen tres establos, dos garajes de nueva construcción, un gran estanque y una pista de tenis. Kate Middleton se ha encargado personalmente de elegir mobiliario, destacando la compra de una mesa para 24 comensales.
Esta mudanza representa un nuevo comienzo para la familia real tras un período complicado marcado por grandes acontecimientos: la muerte de la Reina Isabel II y los diagnósticos de cáncer tanto del Rey Carlos III como de Kate Middleton. Forest Lodge simboliza dejar atrás esos recuerdos difíciles y avanzar hacia una etapa de estabilidad, seguridad y bienestar para sus hijos. La residencia está ubicada a tan solo seis kilómetros de Adelaide Cottage, su anterior hogar, lo que facilita la continuidad escolar y social de los niños.
Una residencia privada y financiada por los Príncipes
A diferencia de otros miembros de la Familia Realque han empleado fondos públicos para renovaciones, Guillermo y Kate están costeando personalmente todas las obras de Forest Lodge. Además, no está previsto que tengan residencia personal, lo que refleja su intención de mantener una vida lo más normal y privada posible dentro del ámbito de la realeza.
Forest Lodge tiene el carácter de ser la casa definitiva de los Príncipes de Gales, incluso cuando Guillermo accede al trono. La mudanza simboliza un lugar donde afianzar raíces y planificar su futuro alejado del estrés urbano, rodeado de naturaleza y patrimonio histórico. De esta forma, la pareja se asegura un entorno estable para la educación y el crecimiento de sus hijos.