El nuevo hogar de Kate Middleton y el Príncipe Guillermo en Forest Lodge, ya está poniéndose a punto para permitir la mudanza de los Príncipes de Gales. Pero no todos han recibido la noticia con alegría. Los nuevos vecinos de Kate y Guillermo no estarían nada contentos con las medidas de seguridad que la pareja está instalando en la casa.
Los Príncipes de Gales habrían instalado todo tipo de medidas de seguridad para mantener alejados a los intrusos, desde cámaras de seguridad, inmensas vallas y hasta un proyecto de paisajismo que protegerá la casa de ocho habitaciones. Lo que habría levantado quejas entre los propietarios de las casas colindantes.
Según el periódico The Sun, los primeros en sufrir las consecuencias de esta mudanza serían aquellos vecinos que sean propietarios de una mascota, puesto que el Windsor Great Park, una zona verde muy utilizada para pasear perros, ya ha sido cerrada. Y las autoridades han alertado de que todo aquel que atraviese el perímetro se expone a ser arrestado de inmediato.
No todos están en contra
"Obviamente, es decepcionante, ya que a mi perro le encanta este lugar. Pero entiendo perfectamente que la seguridad de Guillermo, Kate y su familia es primordial, así que debemos asegurarnos de que puedan vivir felices aquí ", declaraba para The Sun el ingeniero mecánico de 32 años Tom Bunn.
Dentro de las medidas de seguridad que se están instalando en Forest Lodge, se ha tomado la decisión de trasladar a dos familias que vivían en casas próximas a la finca de Crown Estate. No se trata de una expropiación como tal, pero el objetivo es proteger la privacidad de los príncipes y evitar cualquier acceso o filtración no deseada. La medida ha causado cierto descontento entre los vecinos afectados, que critican la falta de aviso previo y la rapidez con la que se llevó a cabo el traslado.