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El Rey Juan Carlos y Corinna zu Sayn-Wittgenstein mantuvieron una relación que se prolongó durante casi una década. Que se conociera su romance en 2012 les separó, pero lograron aguantar un año más. Su entorno era conocedor de la existencia de este noviazgo, incluso la Familia Real lo sabía, para bien y para mal.
Sin embargo, no a todo el mundo le parecía bien. Como señala Pilar Eyre, sus primas le habían advertido que no era buena compañía. Pero no solo ella, en cuanto María Gabriela de Saboya se enteró de la relación, aconsejó a su buen amigo Juan Carlos de Borbón que la dejara.
Enamorado de Corinna
La que fue primera novia del Rey Emérito le dijo que por qué iba con ella y que iba a arrepentirse de este romance: "Te arrepentirás. Tiene muy mala fama", le espetó la Princesa italiana, consciente de que Corinna zu Sayn-Wittgenstein no le iba a traer nada bueno.
María Gabriela de Saboya y un acompañante en un acto benéficoSin embargo, Don Juan Carlos no solo no le hizo caso, sino que le respondió que estaba enamorado de ella, así que iba a seguir con Corinna zu Sayn-Wittgenstein por mucho que le aconsejaran que rompiera con la alemana: "Ela, entiéndeme, estoy in love", le respondió. El tiempo ha dejado claro que María Gabriela de Saboya tenía razón.
