Uno de los mejores antídotos para recuperarse del desamor es el trabajo. Y si no que se lo digan al Príncipe Luis de Luxemburgo, quien en pleno proceso de divorcio de su exmujer ha decidido continuar como si nada con su agenda oficial.
El último de sus actos oficiales ha sido presidir el pasado 13 de enero el festival de judo Kagami Biraki 2019, organizado por la Interreg Judo Cooperation y por la Federación de Artes Marciales de Luxemburgo (FLAM). Su presencia era obligada, ya que desde 2010 es patrón de esta última organización.
El cuarto hijo del Gran Duque Enrique de Luxemburgo fue recibido a su llegada por el Coordinador General de la Interreg Judo Cooperation, el Presidente de la FLAM y el Embajador de Japón en Luxemburgo. Todos ellos presenciaron una exhibición por parte de los alumnos de esta disciplina con entrega de premios incluida.
Un divorcio complicado
Su divorcio de la exsoldado Tessy Antony tras más de una década de matrimonio obtuvo la resolución definitiva el pasado 8 de diciembre, estipulando que el Príncipe Luis debería pagar a sus hijos una pensión de 9.000 euros. El problema surge a raíz del usufructo de la otrora vivienda familiar, sobre la que la exsoldado todavía sigue litigando y todo apunta a que no será fácil de resolverse.
