La familia Grimaldi y, por lo tanto, la Casa Real de Mónaco constituyen una de las familias más importantes e influyentes, cuyos miembros acaparan portadas y disfrutan de una vida de lujo y exclusividad. Sin embargo, las personas que hoy llenan las columnas de sociedad podrían no haberlo hecho si en el pasado Mónaco no hubiera tomado una decisión que afectaría a todo un linaje.
Así lo ha contado el Conde Louis de Causans, que ha decidido presentar una demanda contra el Gobierno francés, en la que reclama 351 millones de euros por "daños y perjuicios", tal y como ha informado Le Parisien. Todo comenzó cuando a inicios del siglo XX, el Príncipe Luis II de Mónaco iba a morir sin un Heredero al trono, de manera que pensaron que la sucesión a la Corona recayera en manos de su primo alemán, Guillermo de Wurtemberg-Urach.
"Sin embargo, la idea de un alemán gobernando Mónaco en vísperas de la Primera Guerra Mundial era inaceptable para Francia ", ha declarado el abogado del Conde a la misma publicación. De manera que, los mandatarios franceses presionaron al Príncipe para que, a través de una modificación legal, reconociera a su por entonces hija ilegítima Carolina para así conseguir la perpetuidad francesa en el Principado, algo que finalmente llevaron a cabo.
El engaño del que habla Louis de Causans
Con estas palabras Louis de Causans se ha referido a la decisión que por entonces tomaron y que privó a un tío suyo de ocupar la posición que hoy día ocupa el Príncipe Alberto de Mónaco, aunque también ha aclarado: " Creí que la culpa había sido de los Grimaldi, pero he descubierto que fue el Estado francés el que causó este giro de los acontecimientos".
Ahora el joven está a la espera de la respuesta que emita la Administración gala con respecto a la demanda que, de no producirse, pasaría inmediatamente a ser competencia de la justicia."Normalmente, en mi entorno somos discretos y no nos gusta airear este tipo de cosas. Pero la verdad debe ser restablecida. Es una cuestión de honor ", ha reconocido rotundo.