El Duque de Sussex salía con la modelo Sarah Ann Macklin cuando conoció a la exactriz, por lo que su vida cambió.
Parece que la relación entre el Príncipe Harry y Meghan Markle no tuvo un inicio tan idílico como todos se imaginan. El Príncipe Harry conoció a Meghan Markle en verano de 2016 época en la que estuvo tonteando con la modelo y nutricionista Sarah Ann Macklin con la que tuvo un par de citas pero finalmente el Duque de Sussex no quiso iniciar una relación seria con ella.
Así es como lo explica la biógrafa especializada en los royals británicos, Angela Levin, en su libro Harry 'Conversations with the Prince': "Durante las primerísimas fases de la relación con Meghan, el príncipe estuvo teniendo citas con la modelo de Burberry Sarah Ann Macklin. Se conocieron en un acto privado, él se quedó con su número y la bombardeó a mensajes de texto, pero al final terminó siendo sólo un tonteo".Parece que la relación no terminó de consolidarse debido a los diferentes estilos de vida que llevaban ambos: "Un amigo suyo me dijo: 'Lo intentaron pero eran bastante diferentes. Ella tiene unos hábitos de vida muy limpios y apenas bebe, y en ese sentido estaban en una onda completamente diferente. Enrique era poco proclive a comprometerse'".
De viaje a África
El escándalo ha llegado a la vida de los Duques de Sussex un mes después de convertirse en padres por primera vez y antes de iniciar su viaje al continente africano. Según ha informado ITV, el Príncipe Harry y Meghan Markle viajarán próximamente a países como Angola, Malawi y Sudáfrica para continuar con la labor humanitaria que la Princesa Diana inició en ese continente.