Ernesto de Hannover (71) y Claudia Stilianopoulos (52) han puesto fin a su relación sentimental tras cuatro años de convivencia marcada por altibajos. La noticia, adelantada por Vanitatis, confirma que el aristócrata y la artista han decidido separarse de forma discreta, sin comunicados ni apariciones públicas, con el objetivo de preservar su intimidad. Desde finales de 2020, ambos compartían vida en Madrid, ciudad a la que Ernesto se trasladó tras la pandemia, dejando atrás su residencia en Alemania. La ruptura marca el inicio de una nueva etapa para ambos, que ya vivían con rutinas independientes en los últimos meses.
La historia entre Ernesto y Claudia comenzó durante un verano en Ibiza, y desde entonces mantuvieron una relación a distancia que fue consolidándose con el tiempo. Aunque se mostraron en público en actitud cariñosa en varias ocasiones, su vínculo nunca fue convencional. Ambos disfrutaban de largos periodos en soledad y mantenían una convivencia marcada por el "espíritu libre". Claudia, hija de Pitita Ridruejo y José Manuel 'Mike' Stilianopoulos, venía de un matrimonio anterior con el artista Juan Garaizábal, con quien tuvo dos hijas. Ernesto, por su parte, sigue casado legalmente con Carolina de Mónaco, aunque su relación terminó en 2009.
Durante estos años, la pareja ha protagonizado momentos de cercanía y también episodios de tensión que se hicieron públicos. En abril, Claudia acompañó a Ernesto durante su ingreso en la UCI, mostrando su apoyo en un momento delicado. Sin embargo, también fueron vistos discutiendo en plena calle, en una terraza de Madrid, donde el aristócrata llegó a sujetar a la artista de la muñeca. Ella se marchó en taxi, visiblemente afectada. Los problemas con el alcohol del royal y sus enfrentamientos con la policía han sido constantes en su historial mediático, y han influido en la estabilidad de la relación.
La ruptura no ha sorprendido a quienes conocían de cerca la dinámica de la pareja. En su última etapa, el noviazgo se definía por una convivencia poco convencional, con ritmos y espacios separados. Aunque compartían hogar, cada uno mantenía su independencia. La decisión de separarse se ha tomado con discreción, sin dramatismos, y con la intención de preservar la estabilidad emocional de ambos. Ernesto inicia así un nuevo periodo de soltería, mientras Claudia retoma su vida personal y profesional en Madrid, donde continúa desarrollando su carrera artística.
La vida amorosa de Ernesto
Desde su separación de Carolina de Mónaco, Ernesto ha vivido con libertad su vida amorosa, aunque nunca formalizó un nuevo matrimonio. La relación con Claudia supuso una etapa de aparente estabilidad, pero también de altibajos que terminaron por desgastar el vínculo. Ahora, ambos se enfrentan a una nueva etapa, lejos del foco mediático y con la intención de recuperar su espacio personal.