La Casa Real Británica ha ido decreciendo con el paso del tiempo. El plan de Carlos III para su reinado era contar con menos miembros activos con respecto a los que servían a la Corona en tiempos de Isabel II pero en realidad no tuvo que hacer mucho porque o por motivos de edad, por haberse ido ellos mismos o por haber sido invitados a marcharse, la monarquía reducida con la que soñaba el Rey Carlos III ya le llegó así al subir al trono.

De los pocos que quedan, muchas miradas se posaron sobre Sophie Rhys-Jones, esposa del Príncipe Eduardo y que fue calificada como la nuera favorita de la Reina Isabel, y por supuesto del Duque de Edimburgo. Tuvo una relación muy cálida y cercana con los dos, algo de lo que la propia Sophie habló públicamente. Además, junto al Príncipe Eduardo fue un sólido apoyo para la Corona que ha continuado en el reinado de Carlos III, que confía en ellos profundamente.
Es seguro que cuando el Príncipe Guillermo sea Rey, sus tíos van a tener un papel fundamental. Tanto Guillermo como Kate Middleton confían mucho en los Duques de Edimburgo a nivel personal e institucional, y piensan que son una pieza clave y un valioso activo para la Corona y para la familia.
Tanto confía Carlos III en su cuñada, con la que además tiene muy buena relación, que su agenda oficial es cada vez más amplia y relevante. De este modo, viajó a Bosnia en nombre de Rey de Reino Unido para conmemorar el 30 aniversario de la masacre de Srebrenica, donde unos 8.000 hombres y niños musulmanes fueron asesinados en julio de 1995 durante la Guerra de Bosnia. Con motivo de este viaje, concedió una entrevista a The Mirror donde habló sobre el apodo que le han puesto, sobre el título de Duquesa de Edimburgo que llegó a ella en 2023 como consorte, o sobre el papel que juega como miembro de la Casa Real Británica.
Sophie Rhys-Jones se convirtió en Su Alteza Real la Condesa de Wessex al casarse con el Príncipe Eduardo en 1999. El Condado de Wessex pasó a manos de su hijo James después de que en 2023 el Rey Carlos III concediera el Ducado de Edimburgo a su hermano Eduardo, siguiendo así los deseos de su padre, el Príncipe Felipe, que prometió a su hijo menor que el título que le acompañó durante más de 70 años sería para él cuando muriera. Eso sí, Carlos III se lo concedió a su hermano de forma vitalicia, por lo que a la muerte del Príncipe Eduardo, la dignidad volverá a la Corona.

Para empezar, Sophie reconoce que ser Condesa de Wessex le gustaba bastante, pero que es un honor y una responsabilidad ser Duquesa de Edimburgo, lo que ha elevado su estatus.
"Fue un reto enorme, ya que no mucha gente de la población actual lo recordará, pero la Reina fue Duquesa de Edimburgo durante los primeros años de su matrimonio con mi suegro ". Se refiere a entre 1947 y 1952, es decir, entre su boda y su subida al trono, cuando Isabel y Felipe eran conocidos como los Edimburgo y efectivamente, ella usaba un título que cuando se convirtió en Reina dejó de utilizar. "Para mí, fue muy emotivo asumir su lugar como Duquesa de Edimburgo. Fue un momento muy importante" añadió.
La Duquesa de Edimburgo fue preguntada por el hecho de que haya sido calificada como 'el arma secreta de la Familia Real', ante lo que contestó que le "gusta pasar desapercibida. Está muy bien ser un arma secreta, pero si nadie lo sabe, quizás sea demasiado secreto. Supongo que debería tomármelo como un cumplido ambiguo. No me veo en una posición de primera línea per se, aunque admito que hay menos miembros de la familia que trabajan últimamente, así que supongo que cada vez soy menos secreta. ¡Me pregunto cómo me describirán la próxima vez!", comentó. De todos modos, al ser cuestionada sobre cómo se describiría a sí misma, dejó claro que eso se lo deja a otros porque le resulta presuntuoso sugerir algo.
Lo que está claro es que sea un arma secreta o no ya tan secreta, Carlos III confía en Sophie como lo hacía Isabel II, y también lo hace el Príncipe Guillermo, por lo que mientras el cuerpo aguante, la Duquesa de Edimburgo va a estar ahí para lo que haga falta: " Mi rol y el de mi esposo es apoyar al Rey, como lo fue apoyar a la Reina, y tenemos suerte porque podemos no estar en el centro de atención, lo que nos da la flexibilidad de explorar nuestros propios intereses. Estamos ahí para apoyar y eso continuará".