UNA AUTÉNTICA JOYA

Caballerizas, piscina y pista de tenis: así es la mansión de Cher en Beverly Hills que vende por 85 millones

El inmueble no solo ha estado a disposición de la cantante, sino que también ha sido el hogar de prestigiosos actores de cine, como Eddie Murphy.

Patricia Cámara 19 Octubre 2016 en Bekia

El nombre de Cher siempre ha sido y seguirá siendo uno de los iconos más reconocidos en el mundo de la música. A sus 70 años, y luciendo una imagen como si de una mujer adulta se tratase, la californiana ha sabido muy bien como dejar huella entre su flamante público. Una carrera profesional con más de 50 años a sus espaldas y que guarda gratos recuerdos de la mano de exitosos trabajos, como 'Bang Bang', 'I Got You Baby' y 'If I Could Turn Back In Time'.

Éxitos que la representan y con los que continúa triunfando allá por donde va.Y es que sus pasos han estado vigilados en todo momento por un séquito de fans que, pase lo que pase, se muestran siempre entusiasmados y emocionados con todo lo que la artista haga, deshaga y proponga. Un fanatismo que nos ha llevado a descubrir brillantes creaciones musicales y que también nos ha acercado un poco más a las costumbres, hábitos e historias íntimas de esta cantante.

Como por ejemplo, la lista de sus relaciones amorosas, su amor incondicional hacia los hombres, su naturalidad y libertad a la hora de expresarse en las redes sociales y sus planes de futuro más personales. De ahí que, allá en la década de los 70, se pudiese descubrir la gran joya inmobiliaria que Cher encargó para ser construida sobre una parte del terreno de Beverly Hills, y de ahí que ahora también se haya podido conocer su puesta en venta para quien esté dispuesto a comprarla, cuidarla, mantenerla y, sobre todo, mimarla.

Una verdadera reliquia, ubicada en la costa oeste de Estados Unidos y que llama la atención con tan sólo mirarla desde fuera. Normal que la atracción por su arquitectura, decoración y emplazamiento acabase haciendo que la septuagenaria Cher construyera uno de los tesoros más impresionantes de toda su vida. Al menos a nivel personal e inmobiliario. Aunque antes de hablar en profundidad de todas las cualidades que alberga y que podrían hacer disfrutar a cualquiera de su magnífica hermosura y comodidad, hay que destacar primero la atracción y admiración que grandes artistas del mundo del cine y la canción sienten por este lugar.

Una ciudad de casi 35.000 habitantes en la que ya se han podido ver pasear y convivir a artistas como Mariah Carey, Jennifer Aniston, Rihanna, Leonardo DiCaprio y Nicolas Cage, entre muchos otros, y que parece desprender un carácter atractivo, único y exclusivo. Tanto como para hacer que los rostros más queridos de todo el planeta se sientan verdaderamente atraídos por ella. Además, quizá haya sido la categoría que, con el paso de los años, se le ha ido otorgando a la ciudad lo que ha terminado por atraer a todo este infinito grupo de celebrities.

Auténticos 'casoplones' que dejan a todo el que pasee por sus calles completamente boquiabierto y que se han encargado de otorgarle una categoría suprema a todos y cada uno de los rincones de Beverly Hills. Y la mansión de Cher, por supuesto, no iba a ser para menos. Un inmueble hecho a gusto y antojo de la cantante en el que pasó sus primeros años de mayor auge en la industria cinematográfica. Y es que si hay algo que ha sorprendido en la estadounidense, es la versatilidad con la que siempre se ha mostrado a la hora de adaptarse a cada una de las situaciones de la vida.

Oportunidades que se presentan y que esta estrella musical ha sabido aprovechar a la perfección. Como la de construir su particular 'palacete' en uno de los terrenos más cotizados de todo el planeta. Sin duda, una mansión que a simple vista parece tenerlo todo y que realmente sorprende cuando nos percatamos de la grandeza y riqueza material y decorativa que se instala en su interior. Fue en la misma década de los 70 cuando Cher mandó construir esta auténtica maravilla inmobiliaria.

Un edificio que se extendía sobre nada más y nada menos que 15.000 metros cuadrados y que mostraba un resultado inspirado en el mismísimo egipcio. Así fue como la artista quiso poner su primer pie en uno de los enclaves más prestigiosos de todo Los Angeles y, por supuesto, así fue como lo hizo.Sin embargo, el paso del tiempo también se ha encargado de hacer de las suyas. Y no solo eso, sino que los diferentes propietarios que han podido disfrutar ya de este ejemplar único en el mercado, se han dejado llevar por sus preferencias y han terminado dando un giro completo a la imagen de la casa.

Ocurría a partir del año 1988, cuando la cantante decidía poner punto y final a su vida en Berverly Hills y colgar el cartel de 'se vende' en su espléndido casoplón californiano. A partir de entonces, un nuevo inquilino se encargaría de mimar, cuidar y regocijarse entre el lujo y bienestar de sus paredes. Uno de ellos, por ejemplo, fue el actor norteamericano Eddie Murphy. Un emblema de la gran pantalla que optó por mudarse a esta mansión a finales de la década de los 80 y con quien se iniciaría ese cambio tan radical en su estructura y dimensión.

En total, fueron 6 millones de dólares los que el intérprete de 'El profesor chiflado' desembolsó para vivir al más puro estilo Cher. Aunque fueron los que más tarde llegaron quienes se encargaron de dar esa asombrosa transformación a la imagen de la mansión. Ni más ni menos que a partir de 1994, cuando la familia Murphy volvió a poner en venta la vivienda por seis millones y medio de dólares. Poco a poco, su valor en el mercado iba en aumento, hasta topar con quien se encargó de otorgarle la imagen que hoy en día presenta.

El terreno, por ejemplo, pasó de tener 16.000 metros cuadrados a 65.000. ¿De qué manera? Haciéndose con el poder de diferentes terrenos colindantes e incluyéndolos a la superficie de la mansión. Así es como hoy en día se conoce el que un día fuese hogar de la mismísima Cher. Y como era de esperar, su precio también ha experimentado un aumento realmente escalofriante. A partir de ahora, quien quiera disfrutar de sus encantos tendrá que desembolsar la grandiosa cifra de 85 millones de dólares.

Por supuesto, nada que ver con el precio por el que la cantante se animó a instalarse allí en los años 70. Sus novedosos retoques y detalles son los principales culpables de tal cambio. Ahora, la mansión se presenta mucho más exclusiva y protegida que nunca. Su gran seguridad y vegetación ayudan a que desde el exterior no se pueden percatar con claridad características concretas de las que presume la vivienda. Una estructura que ocupa tan sólo 2.000 metros cuadrados de su totalidad y en la que se encuentran 11 dormitorios, 17 cuartos de baño y lujosos espacios comunes donde poner admirar su envidiable magnitud.

Sin embargo, no es de extrañar que lo que más impresione de toda la mansión sea su exterior. Un terreno inmenso en el que perderse podría ser incluso probable y donde se encuentran las caballerizas, la pista de tenis, la piscina, el spa e increíbles senderos por los que montar y dar un paseo en caballo. Además de todo eso, parece que su último inquilino debía recibir más de una visita al mes, por lo que se decidió a construir una "pequeña" casita externa de 650 metros cuadrados y caracterizada con todo lujo de detalles.