Galería: La familia Beckham, en imágenes
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Victoria Beckham ha querido comentar detalladamente cómo su mala relación con la comida afectó a su vida tras la disolución de las Spice Girls en el año 2000. "Cuando tienes un trastorno alimentario, te vuelves muy bueno mintiendo, y nunca fui honesta al respecto con mis padres", compartía la diseñadora de moda en su nueva serie documental.
Las Spice Girls en los años 90La apodada como Posh Spice, ha confesado que nunca quiso hablar de ello en público: "Realmente te afecta cuando te dicen constantemente que no eres lo suficientemente bueno y supongo que eso ha estado conmigo toda mi vida", confesaba Beckham. La británica explicó cómo el estar continuamente expuesta al juicio público la llevaron a ser salpicada por constantes críticas hacia su físico.
"Me pesaron en televisión nacional cuando Brooklyn tenía 6 meses", dijo mientras reflexionaba sobre la cantidad de comentarios negativos que recibió de diferentes medios por su físico tras dar a luz a su primer hijo. "Era muy, muy joven y eso duele", recuerda la antigua estrella del pop. "Empecé a dudar de mí misma y a no gustarme porque dejé que me afectara. No sabía qué veía al mirarme al espejo. Pierdes la noción de la realidad. He sido de todo, desde 'gordita y elegante' hasta 'delgada y elegante' ".
La opinión de David Beckham
Su esposo, David Beckham, también ha reflexionado sobre la forma en la que los medios trataban a las celebities de los 2000's y sobre la cantidad de comentarios referentes al físico que se hacían en aquellos años. "La gente creía que estaba bien criticar a una mujer por su peso, por lo que hacía o por su ropa. En la televisión ocurrían muchas cosas que ahora no ocurrirían, que ahora no pueden ocurrir", dejaba claro el exfutbolista.
David Beckham y Victoria Beckham en la premiere de su docuserie 'Beckham'No es la primera vez que Victoria habla sobre este tema, puesto que ya detalló en el podcast 'Ruthie's Table 4' su obsesión con que las cosas estuvieran cocinadas de la forma más básica posible, sin salsas, aceites o mantequillas: "Para la mayoría de los restaurantes, probablemente soy la peor de sus pesadillas ", bromeaba la empresaria británica.
