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'Y ahora Sonsoles', el programa presentado por Sonsoles Ónega, ha regresado a la parrilla de Antena 3 después de las vacaciones de verano, y ha vuelto cargadito, ya que en el plató ha estado Tamara Gorro, colaboradora del espacio, y ha sido ahí donde ha hablado del vínculo que le une a Ezequiel Garay, con el que había roto su relación unos meses atrás y con el que tiene dos hijos en común.
Su ruptura aparentemente definitiva llegó en diciembre de 2022, pero en todo momento han demostrado tener muy buena relación, sobre todo por el bien de los niños y de la familia. Esta fue una nueva oportunidad para su amor, pero la cosa no salió como esperaban, y unos meses más tarde han salido a la luz unas imágenes de los dos disfrutando juntos en Ibiza, lo que hizo saltar las alarmas y muchas personas pensaran que se podrían haber dado una tercera oportunidad.
La presentadora no ha perdido el tiempo y rápidamente le ha hecho una pregunta sobre sus planes personales, diciendo: "¿Vais a volver?", pero rápidamente Tamara Gorro ha contestado de una manera contundente, diciendo: " No hemos vuelto. No hay reconciliación. No vamos a volver ", ha remarcado, así que pese a las imágenes, entre ellos no hay nada formal y tampoco parece que en un futuro lo haya.
Los dos no solo han sido pillados en Ibiza, donde ella posee una casa, de manera cariñosa, sino también en el aeropuerto. Por otro lado, ella ha insistido en que las cosas entre ellos están bien, pero eso no significa que vayan a volver a estar juntos: "Ezequiel y yo estamos divorciados, no solamente separados sino también divorciados. Una persona me dijo 'uno se puede divorciar pero nunca separar '".
Sus hijos son lo más importante
Asimismo, ha seguido diciendo, haciendo alusión a sus hijos: "Luego creo que la estabilidad de unas criaturas tanto en un divorcio malo como en uno bueno es lo imprescindible. Y si unos niños es hoy sí y mañana no, se les puede marear. Hasta que no se está seguro no se puede decir nada ", ha dicho, así que de esa manera al menos ha dado a entender que no cierra del todo la puerta a una reconciliación.

