Galería: Ben Affleck, el séptimo Batman
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Ben Affleck va levantando cabeza y poco a poco se está recuperando de la recaída en su adicción al alcohol que lo obligó a ingresar en un centro de rehabilitación. Tras pasar unos cuantos días encerrado a cal y canto, el actor ya se encuentra mejor y puede disfrutar de unas pocas horas de libertad que aprovecha para reunirse con su entrenador personal. "Sale todos los días de la clínica para hacer ejercicio en su casa", señaló la revista People. Eso sí, el californiano está acompañado en todo momento de un tutor y un terapeuta que velan porque no cometa ninguna tontería que pueda fastidiar su tratamiento.
Como parte de su terapia, Affleck ha tenido que enfrentarse a algunos fantasmas del pasado para poder seguir adelante y cerrar las heridas que tanto tiempo llevan abiertas. Así, el protagonista de 'Armageddon' y su exmujer, Jennifer Garner, han mantenido algunas conversaciones muy serias que han terminado con los dos artistas llorando a lágrima viva. Según Radar Online, el doblemente oscarizado actor confesó a la madre de sus tres hijos que había tenido un affaire con la niñera, Christine Ouzounian, con quien fue fotografiado poco después de que su separación se hiciera pública.
Ben Affleck regresa al centro de rehabilitación tras sus horas libres"Él y Jen terminaron llorando al final de su primera sesión, en la que Ben habló sobre sus aventuras ", apuntó la fuente al hablar sobre esta conversación que "abrió muchas heridas". Sin embargo, parece que este será "el último capítulo triste en el viaje de rehabilitación" del actor, que quiere hacer "borrón y cuenta nueva" con Garner para asegurar el bienestar de los niños que tienen en común.
"Si escuece, es que está curando"
De este modo, todo apunta a que la terapia no está siendo nada fácil para Affleck, y es que los especialistas le advirtieron de que debería "sacar todos sus secretos incómodos con sus seres queridos" para asegurar su recuperación, agregó la fuente del medio citado anteriormente. Además, en The Canyon, la clínica en la que el actor intenta salir del pozo en el que se metió, son tan estrictos que incluso limitan el tiempo que sus pacientes pueden estar con el móvil para asegurarse de que dedican el 100% de su mente en su tratamiento, de ahí que el teléfono del intérprete tenga pegada una pegatina con su nombre.
