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Fue en 2015 cuando Mario Vargas Llosa tomó una de las decisiones más importantes de su vida tras romper su matrimonio con Patricia Llosa para comenzar una relación con Isabel Preysler. En ese momento el ganador del Premio Nobel de Literatura solo contó con el apoyo de su hijo mayor Álvaro, mientras que Gonzalo y Morgana dejaron de hablarle y se posicionaron a favor de su madre.
Han pasado ya tres años desde ese momento y poco a poco parece que la paz ha ido llegando a la familia del escritor. Las asperezas se han ido limando, tanto es así que Vargas Llosa se ha vuelto a reencontrar con su exmujer. El reencuentro se produjo el pasado 20 de mayo en Boston, donde Adriana, la hija pequeña de Gonzalo Vargas Llosa, se graduó en la Universidad de Suffolk.
La armonía trajo consigo varias imágenes que demostrarían que no habrían tenido problema en encontrarse en un evento familiar como este, a pesar de que en el pasado surgiera una gran enemistad entre ellos. El gran ausente a este evento fue el hijo mayor de escritor, Álvaro, que reside en Barcelona. Por otro lado, a pesar de posar con la familia, lo hizo lejos de su exmujer y de sus dos hijos pequeños, quienes no le apoyaron cuando comenzó su relación con Preysler.
Una relación cordial
Por otro lado, y a pesar de mantener las distancias, las aguas se habrían calmado con su hijo Gonzalo, y cabe señalar que entre ellos surgió un enfrentamiento el noviembre de 2017, cuando Isabel Preysler terminó retratándose en una fiesta con las nietas del escritor, fotos que terminaron en una revista y este gesto no sentó nada bien al hijo mediano de Vargas Llosa. En aquel momento Gonzalo Vargas Llosa llegó a decir: "Este reportaje es una penosa ilustración más de la capacidad de la señora Preysler para manipular a las personas para sus propios fines : en este caso, para dar la impresión -muy falsa, por cierto- de que tiene relación con mis hijas, pero la verdad es muy distinta".
