Una de las bodas del año en España está a punto de llegar. Kiko Rivera e Irene Rosales no pueden estar más emocionados y así lo ha mostrado el hijo de la Pantoja colgando un vídeo entretenido en el que se le escucha gritar "¡Qué me caso el viernes!". Los novios no son los únicos que están eufóricos, ya que Isabel Pantoja será la madrina de la boda y tiene que estar con los nervios a flor de piel.
A la ceremonia asistirán más de 300 invitados, entre ellos su madre Isabel Pantoja y sus hermanos Francisco y Cayetano. El enlace, que llega 10 meses después del nacimiento de su primera hija Ana, tendrá lugar en La Haciendo de Los Parrales, en Sanlúcar la Mayor. Como la pareja ha señalado en ¡Hola! habrá muchas sorpresas en el enlace, una de ellas podría ser que el novio se arranque a pinchar. Lo que sí es seguro es que la familia estará unida.
La última vez que se ha visto a los novios, la novia llevaba encima una caja de gran tamaño que seguramente sea algo relacionado con la boda. Todo eran sonrisas y emociones entre la pareja que lo único que están deseando es que llegue ya el viernes para poder convertirse en marido y mujer.
Todo organizado menos los nervios
Se rumorea que uno de los grandes problemas de los novios es situar a Isabel Pantoja en una de las mesas del convite para que se sienta cómoda con el resto de los comensales. La futura mujer de Kiko Rivera lo ha negado rotundamente a EP: "Está todo súper organizado. Ya quedan poquitos días y lo único que no podemos controlar son los nervios. Lo demás está todo perfecto"