¿QUÉ OCURRIÓ?

El juicio de O.J. Simpson por la muerte de Nicole Brown y Ronald Goldman 30 años después

252 días de juicio, casi 100 millones de espectadores y tan solo 4 horas de veredicto por parte del jurado popular: así fue el mediático juicio.

Brais Besteiro 17 Junio 2019 en Bekia

252 días de juicio, casi 100 millones de espectadores y tan solo 4 horas de veredicto por parte del jurado popular. Estas son solo algunas de las estrambóticas cifras que marcaron el que hasta la fecha es el juicio más mediático de la historia de la televisión -y la historia en general- en todo el mundo. Un juicio por un doble homicidio que relegó a un segundo plano las muertes de Nicole Brown Simpson y Ronald Goldman para colocar en el centro del debate el más que evidente racismo en los EE.UU en los años 90.

Así fue el transcurso de aquellos días tan importantes y todo lo que vino después para el protagonista de toda esta historia, Orenthal James Simpson.

El rastro de sangre que llevaba hasta O. J. Simpson

Los cuerpos de Nicole Brown Simpson y Ronald Goldman fueron encontrados en la puerta trasera de la residencia de la exmujer de O. J. Simpson la noche del 12 de junio de 1994. Residencia en la que dormían los hijos de la expareja. Allí se encontraron prácticamente todas las pruebas necesarias para inculpar de los dos homicidios al exjugador de fútbol americano. Una gorra, un guante, pelos, huellas de zapato e incluso restos de sangre del propio Simpson. Pero la cosa no terminó ahí sino que las evidencias habían llegado también a la que era la casa del principal sospechoso por aquel entonces.

Sangre de las dos víctimas mezclada con la del O.J. en la parte trasera, puerta del conductor e interior del Bronco blanco mal aparcado justo enfrente. En el interior de la propiedad, la pareja del guante encontrado en la escena del crimen completamente lleno de sangre, un rastro que llevaba hasta la puerta principal de la casas y que llegaba, de forma significativa, hasta un calcetín en la habitación del ya reconvertido en actor. A todo esto se le sumó la aparición de O.J. Simpson, 12 horas después, con un corte en una de sus manos.

Una persecución con más espectadores que la Super Bowl

Tras no presentarse la mañana del 17 de junio de 1994 para ser arrestado, la Policía de Los Ángeles puso al exdeportista -y principal sospechoso- en busca y captura. Poco después, Robert Kardashian, amigo de O.J., abogado y patriarca del ahora clan más famoso de la televisión, leyó en directo una carta escrita por el fugitivo que se entendió como una nota de suicidio: "Primero de todo, entiendan que no he tenido nada que ver con el asesinato de Nicole. No sientan pena por mí, he tenido una gran vida". Estas palabras emitidas por la televisión convirtieron automáticamente el caso en interés público.

Horas más tarde, la llamada de un ciudadano informando que había visto a Al Cowlings, amigo de Simpson, junto al fugitivo en un Ford Bronco blanco por la autopista dio comienzo a la persecución más surrealista y a la vez más mediática de la historia. "Soy el único que merece ser lastimado y por ello me iré con Nicole", era las palabras de Simpson cuando los agentes le pedían que arrojase el arma que llevaba y parase el coche. A 56 km/h, 20 coches de la Policía y 9 helicópteros de la diferentes cadenas de televisión protagonizaron una persecución durante 100 km y que terminó a las puertas de la casa de O.J. Durante todo el trayecto, miles de personas se agolparon en puentes y cunetas para animar a la celebridad en su huída mientras otros miles y miles lo seguían a través de la pequeña pantalla quitándole incluso el protagonismo a la final de NBA que se estaba celebrando en ese momento.

Los testimonios que acabaron siendo vendidos a las cadenas de televisión

Para dictaminar si O.J. Simpson debía o no ir a juicio, se tomó declaración a varios testigos de la noche de los hechos y cercanos a ella. Jill Shively, una vecina de Nicole Brown, aseguró haber visto al acusado conducir a gran velocidad el Ford Bronco blanco cerca del lugar del asesinato tras casi chocar contra ella. José Camacho, vendedor de cuchillos en Cuchillería Ross, aseguró haberle vendido a O.J. Simpson un cuchillo de 130mm parecido al que podría haber provocado las puñaladas de ambas víctimas. A pesar de la veracidad de estos testimonios, fueron desestimados para el juicio ya que Shively apareció días después en un programa de televisión contando esos mismos hechos tras haber cobrado 5.000 dólares; y Camacho hizo lo mismo vendiendo su historia al National Enquirer por 12.500.

El juicio racial más mediático del mundo

A pesar de todas las pruebas en su contra, O. J. Simpson formó un equipo de defensa contra el que poco tenía que hacer la abogada de oficio de las víctimas, Marcia Clark, y su asistente, Christopher A. Darden. El jugador de fútbol americano fue defendido por el conocido 'Dream Team' formado por Robert Shapiro y Johnnie Cochran como líderes, a los que también se sumó F.Lee Bailey, Alan Dershowitz, Robert Kardashian, Show Holley, Carl E. Douglas, Gerarld Uelmen, Barry Scheck y Peter Neufeld. Sin duda todo un escuadrón que fue capaz de desestimar todas las pruebas y evidencias de la noche de los asesinatos y los testigos aportados por el equipo de Marcia Clark.

A esto se le sumó la famosa demostración de los guantes. Darden pidió que le exjugador de fútbol se probase los guantes encontrados en la escena del crimen y la casa de Simpson. Al tratarse de pruebas, tuvo que hacerlo con unos guantes de látex puestos. Esto no hizo más que dificultar que le entrasen de forma normal y pareciese que no le valían, siendo esta la imagen que convirtió al acusado en inocente de ahí en adelante.

Finalmente, O. J. Simpson fue declarado inocente por un jurado popular formado por gran mayoría de personas de raza negra a favor del jugador. Tras 252 días de juicio, este jurado popular tardó tan solo 4 horas en llegar a un acuerdo y dar el veredicto. En estas cuatro horas está incluido el descanso para comer. Sin duda esta decisión dividió de manera importante a los residentes en Estados Unidos. Por un lado, las personas de raza blanca decepcionadas con el sistema judicial; por otro, los de raza negra celebran la inocencia de Simpson y las más que evidentes pruebas de que la Policía de Los Ángeles tenía entre sus filas a personas racistas que habían llevado a cabo detenciones e interrogatorios a personas por el simple hecho de ser negras.

La verdadera condena de O. J. Simpson

Dos años más tarde de este veredicto, en 1997, un jurado civil declaró a Simpson culpable del asesinato de Ronald Goldman y del asalto contra este y Nicole Brown. Este veredicto le imponía como pena el pago de 33,5 millones de dólares por daños ocasionados. Pero tanto la Ley de California como la de Miami impiden -respectivamente- que este tipo de pagos conlleven el embargo de pensiones (como la que el jugador recibía de la NFL) y también el embargo de la vivienda en la que reside. Además este veredicto no llevaba ninguna pena de cárcel para el exjugador de fútbol.

Irónicamente, acabó siendo encarcelado por un delito mucho menor: robo a mano armada, coacción y secuestro. Todo ocurrió en septiembre de 2007 en Las Vegas. Fue en octubre de 2008 cuando se le declaró culpable y condenado a 33 años de prisión con un mínimo de cumplimiento de 9. 10 años más tarde, e 20 de julio de 2017, se le concedió la libertad condicional. Salió definitivamente de prisión el 1 de octubre. Desde entonces O. J. Simpson vivió en -precisamente- Las Vegas alejado de los medios de comunicación haciendo una vida de barrio y yendo a jugar al golf de vez en cuando. A pesar de haber sido declarado inocente en el mediático juicio, el veredicto social fue mucho más severo y acabó perdiendo la fama paulatinamente llegando al punto de que hasta su propio amigo Rob Kardashian acabó reconociendo en una entrevista poco antes de morir que no creía en la inocencia del exjugador.

Desde entonces, O.J. Simpson llevó una vida discreta, simplemente llamando la atención con su llegada a las redes sociales y alguna que otra polémica declaración en ellas. Sus últimos años de vida, el exjugador de fútbol americano estuvo luchando contra un cáncer que finalmente le costó la vida el 10 de abril de 2024, a punto de cumplirse 30 años de su mediático juicio. La noticia fue dada por su familia a través de precisamente sus redes sociales: "El 10 de abril, nuestro padre, Orenthal James Simpson, sucumbió a su batalla contra el cáncer. Estaba rodeado de sus hijos y nietos. Durante este tiempo de transición, su familia le pide que respete sus deseos de privacidad", versa el escueto comunicado.

La confesión de O. J. Simpson 10 años después

Aunque vio la luz en el año 2018 bajo el nombre 'Si lo hubiera hecho. Confesiones de un asesino' de la cadena Fox, la entrevista más reveladora de O. J. Simpson tuvo lugar en 2006. Según reconoció la cadena, estas grabaciones habían sido archivadas y se les había perdido la pista. En esta entrevista el propio y por aquel entonces inocente del doble asesinato contaba un relato hipotético sobre lo qué podría haber ocurrido aquella fatídica noche de haber sido él el asesino. "Recuerdo que cogí el cuchillo, recuerdo esa parte, quitándole el cuchillo a Charlie y para ser sinceros, después de eso no recuerdo nada, excepto que estaba ahí y estaban pasando cosas", decía Simpson.

La entrevistadora preguntó a Simpson qué quería decir con "cosas" y este le reconoció: "Sangre y otras cosas". Pero las declaraciones no se quedaron ahí y prosiguió: "Lamento decirlo, pero esto no es hipotético. Lo siento. Tenemos que volver atrás otra vez. Es difícil, es difícil hacer que la gente piense que soy un asesino". Sobre el guante también tenía algún recuero y asegura que, en el hipotético caso de haber sido él el asesino, "tuve que hacer [quitarse el famoso guante] antes de quitarle el cuchillo a Charlie porque ese guante fue encontrado allí". Y así fue como el inocente ante los ojos de más de 100 millones de espectadores y radio oyentes de los años 90 acabó declarando ante una entrevista vista por mucha gente que había sido él el verdadero asesino de su exmujer y su supuesto amante.