Después de su paso por pasar por el centro de desintoxicación el colombiano confiesa sentirse mejor que nunca.
En la entrevista que el hijo de Rocío Jurado, José Fernando ha concedido a la revista Diez Minutos, el joven ha ofrecido numerosos detalles muy jugosos. El más importante es que ha confirmado su asistencia a la boda de su hermana Rocío Carrasco con su novio Fidel Albiac: "Mi hermana Rocío me ha invitado a su boda y voy a ir" y es que Ortega Mohedano está feliz con el enlace y no se lo quiere perder. José Fernando ha tenido una larga serie de tropiezos a lo largo de su vida y es que no ha tenido mucha suerte en la vida. Llegó a España a los 6 años tras ser adoptado por Rocío Jurado y José Ortega Cano. Su felicidad se truncó rápido, ya que a los 13 años perdió a su madre, una pérdida irreparable para el colombiano: "Echo de menos a mi madre y la recuerdo a diario", de hecho se ha tatuado su cara en el brazo. Por si fuera poco, con 20 años entró en prisión por culpa de su adicción a las drogas. Ahora, el joven está superando este mal hábito con ayuda de toda su familia, y poco a poco está aprendiendo a decir que no: "He aprendido a decir que no a las drogas" aunque ha dicho que puede ser propenso a ello, por ello va a luchar con todas sus fuerzas para que esto no suceda.
Con respecto a si la hija de Rocío acudirá a la boda ha dicho, dice que lo más seguro es que no, pero sabe que tarde o temprano todos los problemas que hay entre ellos se solucionaran. Por otra parte está seguro de que su hermana Gloria Camila sí que acudirá a ella: "Seguro que nos vais a ver a los tres hermanos juntos en la boda de Rocío", ha asegurado José Fernando Ortega, y es que al parecer las hermanas ya están arreglando sus diferencias.
La nueva vida de José Fernando
Parece que la suerte le vuelve a sonreír y es que ha conseguido volver al lado de la mujer de su vida Michu: "Sí, estoy muy bien. Hemos vuelto hace unos meses". Todo apunta a que Michu le acompañará a la boda de Rocío Carrasco, aunque comenta que la decisión es de ella. También la vida profesional le sonríe y es que ha encontrado un trabajo que le apasiona y es el de ser mecánico: "he montado con mi padre y con mi primo Paco un concesionario de coches y un taller en Madrid. Es un negocio familiar en el que he invertido mis ahorros. Yo trabajo de mecánico, me gusta mucho".