Parece que Esther Doña, la viuda del marqués de griñón, ha recuperado la ilusión después de haberse enfrentado al momento más delicado de su vida. Su 2020 estuvo marcado por la muerte, primero de su marido Carlos Falcó en marzo a causa del coronavirus, y luego de su padre tan solo unos meses más tarde, que falleció debido a esta enfermedad.
Para ella todo ha sido muy complicado, aunque lo que ha demostrado es que es momento de ser optimista y de afrontar la vida con una sonrisa. Su perrita ha sido un refugio muy importante para ella, igual que su trabajo, e incluso ha hecho sus pinitos en la televisión por primera vez como colaboradora de un programa de La 1. Ahora, tal y como adelantó Informalia, podría haber encontrado el amor al lado de Santiago Pedraz, magistrado de la Audiencia Nacional con el que disfruta de paseos y cenas en la capital madrileña a juzgar por algunas imágenes de ellos dos juntos que han visto la luz.
Esther Doña aún no ha confirmado el romance, pero sus palabras compartidas en las redes sociales dan algunas pistas del momento personal por el que está pasando: "En ocasiones, la felicidad llega de imprevisto En ocasiones, la felicidad llega de imprevisto, y es cuando hemos dejado de buscar y cuando menos la esperamos, que aparece".
Esther Doña en la misa funeral de Carlos FalcóLa viuda de Falcó y Pedraz se conocieron hace varios años, puesto que existía una amistad después de coincidir en numerosos eventos sociales, solo que antes ambos iban acompañados de sus respectivas parejas y ahora las cosas han cambiado para ellos. Él estuvo con la periodista Paula Arenas, con la que estuvo casado durante 20 años y tiene un hijo. Fue en 2018 cuando ella decidió acabar la relación y él rehizo su vida con la abogada Silvia Córdoba, a la que presentó ese mismo año en la inauguración de la temporada del Teatro Real, pero después su relación terminó.
Una nueva oportunidad
Ahora sus caminos se han unido de una manera diferente y parece que Esther Doña está dispuesta a apostar por lo que esté por venir, para ser feliz de nuevo tras haber atravesado un momento tan duro y complicado en su vida.
