La Duquesa de Alba y Alfonso Díez se desplazaron a Salamanca para acudir al concurso de saltos hípicos en el que participó Cayetano Martínez de Irujo, quinto hijo de Doña Cayetana.
El apretón de manos entre Cayetano Martínez de Irujo y Alfonso Díez
Desde el palco la pareja animó y apoyó al jinete, quien subió al estrado para saludar a su madre y al que será su tercer marido. El Conde de Salvatierra besó a su madre con cariño y dio un apretón de manos al funcionario, gesto que disipa cualquier atisbo de mala relación entre ambos.
Pero para Alfonso, este apretón de manos de Cayetano, que ha heredado el palacio de Arbaizenea de San Sebastián y el cortijo de Las Arroyuelas de Sevilla significa mucho. El palentino siempre ha intentado que la relación entre su prometida y sus vástagos fuera buena y que apoyasen la boda, algo que a finales de junio el Conde de Salvatierra no aceptaba, pues señaló: "Mi madre no se puede casar por una cuestión de responsabilidad histórica. Ella se compone de dos personas: la duquesa y Cayetana".
La Duquesa de Alba enfadada con su hijo Jacobo
Quien es más que probable que no acuda el próximo 5 de octubre al Palacio de las Dueñas es Jacobo Fitz-James Stuart, tercer hijo de Doña Cayetana, quien no está conforme con el reparto de la herencia y que ha sido criticado por su madre, quien dijo que "Jacobo mentía más que otros", además de calificar a su nuera, Inka Martí, de "mala y envidiosa".
Ajenos a la polémica familiar, la Duquesa y Alfonso se han mostrado muy cómplices durante su estancia en Salamanca, un pequeño viaje para la pareja, aunque según ha confesado el funcionario en una entrevista en la radio: "hay que atarse los machos para seguir el ritmo de Cayetana". Este sería un pequeño aperitivo de la luna de miel que les espera y que podría llevarles a Tailandia, un destino que ambos desean visitar.