Galería: Adele, una cantante de récord
-
Raúl Rodríguez y Silvia Taulés nos cuentan su papel en 'La familia de la tele'
-
Kiko Matamoros y Lydia Lozano: "Nuestro público es de todas las edades y RTVE tiene un público muy pegado a las novelas, al que tenemos que captar"
-
Carlota Corredera y Javier de Hoyos: "La tele tiene que representar al público también y aquí están todos los perfiles posibles&quo;
-
Así se tomó Felipe VI que la Infanta Sofía no quisiera recibir formación militar
-
Belén Esteban: "Estoy emocionada, muy contenta y muy feliz por llegar a RTVE"
-
Manu Baqueiro: "Tuve como referente a Bruce Willis en 'Luz de Luna' para mi trabajo en la serie 'Perdiendo el juicio'"
-
Magdalena de Suecia responde a las críticas y explica por qué le han permitido lanzar su propio negocio
Adele Live 2016, la gira mundial de la cantante, ha batido récords agotando entradas en cuestión de minutos y ha pasado por España dejando uno de los conciertos más espectaculares. La gran gira finalizará el próximo mes de julio y uno de los conciertos de este año han pasado a la historia.
Adele durante el concierto / InstagramAdele comenzaba su espectáculo en Australia, concretamente en Nueva Zelanda, Auckland. La cantante llevaba un impresionante vestido en color berenjena de Zuahair Murad que le sentaba de maravilla. Tenía pedrería y era precioso, pero lo que ella no sospechó es que su vestido iba a terminar bien tapado y empapado.
El 'maravilloso' poncho
El tiempo amenazaba lluvia, tanto es así que tenía el nombre de Ciclón Debbie, pero Adele decidió salir al escenario contra viento y marea para no defraudar a sus miles de fans que estaban ansiosos por verla. La cantante se negaba a suspender el concierto porque sabía que no podría ser posible el aplazamiento para otra fecha. Adele aprovechaba los parones de las canciones para secarse con toallitas pero la lluvia continuó.
Adele en el concierto diluviando / InstagramEl temporal fue arreciando y a la cantante no se le ocurrió mejor idea que colocarse un poncho de lo más original. Era de color rosa y le cubría hasta la mitad del muslo y, además, Adele se puso incluso la capucha porque la lluvia era atronadora y el maquillaje que llevaba en las pestañas se le escurría por las mejillas. La imagen de la cantante sobre el escenario con el poncho era yodo un cuadro pero a la vez de lo más divertido.