Galería: La familia Beckham, en imágenes
David Beckham cumplió 50 años el 2 de mayo y lo celebró como una auténtica estrella. Las celebraciones comenzaron el miércoles con una cena íntima en su finca de los Cotswolds, siguieron con un viaje en jet privado a su viñedo favorito en Francia y culminaron el sábado con una exclusiva cena en Londres, rodeado de celebridades como Tom Cruise, Gordon Ramsay, Eva Longoria y sus antiguos compañeros del Manchester United. El evento final se celebró en el restaurante Core, con tres estrellas Michelin, donde los asistentes disfrutaron de un menú de siete platos, valorado en más de 420 libras por persona. La velada fue tan animada que a las 3:35 de la madrugada del domingo, dos agentes del Ayuntamiento de Kensington y Chelsea se presentaron tras recibir quejas por el volumen de la música.
Lo que debía ser una semana perfecta para el exfutbolista se vio manchada por la ausencia de su hijo mayor, Brooklyn Beckham, y su esposa Nicola Peltz, quienes no asistieron a ninguna de las celebraciones. A pesar de que Brooklyn informó con antelación que no acudiría, sus padres mantenían la esperanza de que cambiara de opinión a último momento. La decepción fue tal que ni Victoria ni David lo mencionaron en sus publicaciones en redes sociales, a diferencia de otras ocasiones. Victoria Beckham compartió una galería de fotos en Instagram en la que etiquetó a sus tres hijos menores, Romeo, Cruz y Harper, pero evitó cualquier referencia a Brooklyn. David, por su parte, escribió un mensaje de agradecimiento general, también sin mencionar a su primogénito.

En ausencia de Brooklyn, Romeo Beckham, asumió el papel protagonista durante las celebraciones. En la cena del sábado, fue el encargado de dar un emotivo discurso frente amigos y familiares, entre ellos excompañeros de Beckham. El joven fue fotografiado con tarjetas en la mano y también tuvo un papel destacado en la cena familiar del miércoles, donde se le vio llevando cupcakes con velas a su padre. Cruz, de 20 años, y Harper, de 13, también estuvieron presentes en todos los eventos, acompañados por las parejas de los chicos,Kim Turnbull y Jackie Apostel, respectivamente.

Victoria Beckham no escatimó en detalles para honrar los 50 años de su esposo. La diseñadora alquiló un jet privado para llevar a David y sus hijos desde Londres a Bórdenos, donde almorzaron en el prestigioso viñedo Petrus, famoso por su vino tino de Merlot que puede alcanzar precios de hasta 6.000 euros por botella. Allí, David disfrutó de su vino favorito y se llevó varias botellas, entre ellas una cosecha de 1961 valorada n más de 3.000 euros. Más tarde, la familia viajó a Paris para cenar en el exclusivo restaurante L'Ami Louis y alojarse en el lujoso hotel La Réserve. De regreso a Londres, los Beckham se prepararon para la cena final del sábado.
La policía como invitada inesperada
La cena del sábado en Londres fue, sin duda, el evento más mediático. Asistieron personalidades de Hollywood, como Tom Cruise, acompañado discretamente por Ana De Armas, así como los Ramsay y otras figuras del entorno Beckham. Victoria deslumbró con un vestido blanco, mientras que sus hijos y sus parejas lucieron atuendos formales para la ocasión. Sin embargo, la fiesta se alargó tanto que los vecinos se molestaron por el ruido, lo que provocó la intervención de las autoridades locales. Según testigos, la música se detuvo de inmediato tras la advertencia, pero las quejas ya estaban hechas. A pesar de todo, los Beckham parecen haber cumplido su objetivo: celebrar el medio siglo de David rodeados de lujo, afecto y momentos inolvidables... aunque no todos los que esperaban estuvieron allí.