Las dos actrices han sido preguntadas en un evento por la delicada situación de Daniel Sancho, hijo de su compañero y amigo Rodolfo.
La situación de Daniel Sancho, hijo del actor Rodolfo Sancho, es muy delicada. Desde que se conociera su confesión a la Policía tailandesa haciendo saber que había asesinado y descuartizado a su amigo Edwin Arrieta, con el que habría mantenido relaciones sexuales pese a no ser pareja, se ha especulado mucho sus circunstancias y su delito.
Entre tanto, ya está en prisión a la espera del juicio y su familia está intentando recabar toda la información posible para averiguar qué ocurrió y si es cierto que él hiciera algo así. Más allá de eso, creen incluso que pudo tener la colaboración de alguien, porque no es posible que descuartizara un cuerpo en tres horas como él mismo ha asegurado. Su padre, tal y como ha hecho saber la portavoz de la familia, se encuentra abatido y está refugiándose en su casa de Fuerteventura, donde vive con su pareja, la también actriz Xenia Tostado, y su hija Jimena. Para ellos está siendo muy difícil, es más, ella se ha visto en la obligación de emitir un comunicado pidiendo respeto, sobre todo por su hija, que es muy pequeña y que esperan que viva ajena de este asunto tan duro.
La opinión pública ha cobrado mucho protagonismo en este caso, y ahora varios reporteros han preguntado a personas cercanas al actor, como Paula Echevarría. Los dos trabajaron juntos en 'Los nuestros 2', una serie de Telecinco, y ahora la actriz ha sido preguntada por la delicada situación personal de su compañero. "No voy a entrar, ya le estáis dando minutos a tope", ha dicho de manera tajante. Con mucha prudencia
La que sí ha hablado un poco más ha sido Cayetana Guillén Cuervo, si bien es cierto, ha sido prudente por la gravedad de las cosas: "No sé qué deciros, la verdad. Es tan grave, y tan dramático y tan horrible... Rodolfo es una persona muy cercana para mí, le quiero mucho, quiero a toda su familia, es alguien muy cercano. Y no he hablado con él, la verdad. No me he atrevido a invadir ni a nada de nada, es todo tan terrible que no sé. Es tan delicado que no me atrevo a decir nada, es muy fácil hablar de los demás y de los errores de los demás".