Después de meses marcados por el distanciamiento, Carmen Borrego y su hijo, José María Almoguera, han protagonizado un reencuentro familiar significativo con motivo del segundo cumpleaños del pequeño Marc. La colaboradora de televisión abrió las puertas de su domicilio este domingo, 8 de junio, para celebrar la fecha rodeada de algunos miembros del clan Campos. Un año atrás, madre e hijo no mantenían contacto y vivían alejados tras un conflicto que llegó a trascender en los medios. Esta vez, sin embargo, las declaraciones públicas de ambos mostraron un tono conciliador. " Las cosas hay que mirar hacia adelante, para atrás ni para coger impulso ", afirmó Borrego.

Equipos de televisión se desplazaron a las inmediaciones del domicilio para hablar con la familia, quien se mostró abierta a ofrecer declaraciones que despejaran cualquier rumor. José María Almoguera se refirió al día como un momento para "pasar un ratito juntos en familia y celebrar los dos añazos" de su hijo. En un gesto de sinceridad, también confirmó la ausencia de Paola Olmedo, madre del niño y exmujer suya, explicando que celebraría el cumpleaños en otro momento con su propia familia.
Entre los rostros conocidos que acudieron al cumpleaños destacó la presencia de Terelu Campos. No obstante, su participación fue breve. Según explicó Carmen Borrego, Terelu acudió tan solo para entregar un regalo y saludar a la familia antes de marcharse por compromisos profesionales. "Tenía un compromiso, pero no ha querido dejar de venir", justificó Borrego. Más llamativa fue la ausencia de Alejandra Rubio quien no acudió al cumpleaños pese a estar, según reiteraron varios familiares, "perfectamente invitada". Tanto Carmen como José María coincidieron en que no existe "mal rollo" entre los primos, y que la joven había enviado un mensaje de felicitación desde fuera de Madrid, donde tenía compromisos previos.

La falta de asistencia de Alejandra Rubio ha reavivado los rumores sobre un posible distanciamiento real con su primo. La reciente filtración de unos audios en los que criticaba duramente a su tía Carmen y el hecho de que tampoco su pareja, Carlo Costanzia, ni su hijo acudieran a la celebración, han alimentado las especulaciones. Pese a ello, los miembros de la familia no quieren entrar en polémicas. "No montemos algo donde no lo hay", insistió Borrego.
Una abuela emocionada
Para Carmen Borrego, la jornada fue una oportunidad de exponerse como abuela y como figura de unión familiar. Tras un año complejo en lo personal y mediático, su papel como anfitriona le permitió reconciliarse públicamente con su hijo y mostrar una imagen más cercana. " Donde hay un niño hay alegría. Y donde está mi nieto, más todavía ", declaró emocionada. Aunque no se pudo contar con todos los miembros, ni con una estancia prolongada de algunos, el gesto de reunir a parte de la familia y organizar la celebración en su propio hogar es interpretado como una muestra de voluntad para reconciliar a toda la familia.