Su fuerte carácter y su falta de pelos en la lengua le hicieron pasar del sillón de entrevistada al de colaboradora por lo que comenzó a trabajar en televisión. Concretamente, fue Ana Rosa Quintana quien la fichó para su programa hasta que en el año 2009 se convirtió en el reclamo principal del entonces nuevo programa de Telecinco, 'Sálvame', donde continúa trabajando ocho años después. Una larga época de sobreexposición diaria donde los espectadores han podido apreciar su increíble metamorfosis a todos los niveles, pero sobre todo en lo que respecta a su imagen. En los años anteriores, la colaboradora ya había comenzado a cambiar pasando por el quirófano para aumentar el tamaño de sus labios y de sus pechos, pero ha sido en 'Sálvame' donde se han podido ir viendo sus posteriores transformaciones físicas.
Su cambio radical en apenas 10 años
Tras relaciones fallidas con famosos como Óscar Lozano o Dani DJ, Esteban se casó en 2008 con un amigo de toda la vida, Fran Álvarez y se trasladó a vivir a la localidad de Paracuellos del Jarama. En 2009, Belén Esteban fue la escogida para presentar las Campanadas en Telecinco junto a Jorge Javier Vázquez y comenzaba una etapa dorada para ella en lo profesional, aunque en lo personal la vida no le sonreía como se pensaba. Tras muchas idas y venidas, su turbulento matrimonio con el camarero llegó a su fin dos años después. Y, como más tarde ella misma confirmaría, sus adicciones estaban estragos en su físico ya que, en muy poco tiempo, la colaboradora adelgazó muchísimo y estaba muy desmejorada.
La nueva Belén Esteban tras superar su enfermedad
Con unos kilos más que los que tenía cuando no estaba bien, la colaboradora reapareció totalmente recuperada en 2013 en 'Sálvame Deluxe', donde dio una entrevista explicando el proceso que había vivido durante los meses anteriores. Y fue a partir de este momento cuando la madrileña se reincorporó como colaboradora de su programa, volvió a enamorarse de nuevo de un conductor de ambulancias llamado Miguel Marcos y participó en la tercera edición de 'Gran Hermano VIP', donde terminó proclamándose ganadora.
Desde entonces, la estrella de la cadena continuó teniendo polémicas, pero ninguna tan sonada como su enfrentamiento con el que fuese su gran amigo y mánager Toño Sanchís, al que terminó llevando a los tribunales tras darse cuenta del dinero que le faltaba, de los altos porcentajes que se llevaba por sus servicios, de los contratos que el representante había cobrado en su lugar y, en definitiva, de la traición que había sufrido tanto a nivel económico como personal, ya que le consideraba su hermano.
Del mismo modo, en los últimos cuatro años, la imagen de la colaboradora de 'El debate de Gran Hermano' apenas ha vuelto a cambiar. Es habitual verla con el pelo recogido en coletas y además se puso unas largas extensiones, pero desde que se curó no ha cambiado radicalmente, como en las veces anteriores.
Su estilo a la hora de vestir se ha dulcificado y ahora vive una segunda juventud con su novio, 14 años menos que ella, con el que le gustaría casarse y volver a ser madre. Y es que la pequeña Andrea por la que inició su aventura profesional en los platós ya es toda una mujer y, tal y como siempre dijo su madre, quiere mantenerse ajena a la prensa rosa, por lo que decidió irse a estudiar al extranjero, concretamente a la ciudad inglesa de Birmingham, donde espera mantenerse alejada de los focos que siempre alumbrarán a la camaleónica Belén Esteban.