'POR SI LAS VOCES VUELVEN'

Ángel Martín: "Hay gente que trata de imponer su punto de vista de forma agresiva y trata de imbécil al que no lo vea así"

El humorista no solo presentó una edición especial de 'Por si las voces vuelven', sino que anunció que ha creado un monólogo inspirado en el libro llamado 'Punto para los locos'.

Guillermo Álvarez 18 Noviembre 2022 en Bekia

Galería: El humorista Ángel Martín en imágenes

El 16 de noviembre de 2021 se publicó el libro 'Por si las voces vuelven', en el que Ángel Martín confesaba abiertamente los problemas de salud mental que había experimentado y que le llevaron a ser ingresado en la unidad de psiquiatría. Afortunadamente ha ido mejorando y no dudó en escribir aquello que le hubiera gustado leer cuando salió del hospital y esperaba recobrar totalmente su salud. Editorial Planeta le dio la oportunidad de hacerlo, y de hacerlo a su manera, y 15 ediciones y un año después regresó con una edición especial en la que incluye una dedicatoria y un prólogo.

De ello habló en un acto en el Wikinz Center de Madrid en el que estuvo Bekia y donde comenzó señalando que no ha podido procesar todo lo sucedido alrededor del libro. "Cuando me propusieron una edición especial me agobié, no sentí entusiasmo, sentí agobio", manifestó Ángel Martín. "Una de las cosas que más me preocupó durante el proceso de escritura de 'Por si las voces vuelven' era que no hubiese una sola palabra que no sirviera para nada, no quería incluir ni una sola palabra que tuviese la sensación de que era paja que estaba incluyendo simplemente por cumplir un cupo de palabras, así que cuando me dijeron que sería bonito incluir un prólogo, me agobié. Por suerte encontré una nota que escribí 6 meses después del ingreso que ojalá pueda servir a quien la lea", añadió.

"La novela me ha ayudado a descubrir algo que llevaba prácticamente toda mi vida tratando de descubrir y es qué me apasiona de verdad. He tardado más de 40 años en descubrir lo que me apasiona de verdad y he tenido que pasar un brote psicótico, ingresar en un psiquátrico y escribir un libro, con la esperanza de que mi experiencia sirviera de algo a alguien", confesó además el humorista, que dejó claro lo que le había ayudado este proceso a encontrar lo que de verdad le gusta: "Lo que me apasiona no es la comedia, sino la comedia en combinación con las palabras como herramienta para comunicar, entretener y tratar de transformar formas de ver algunas cosas. Terminé de redondear la respuesta al tener la posibilidad de incluir un prólogo al libro. Mi agobio por encontrar palabras que sirvieran me llevó a darme cuenta de lo importante que era para mí utilizar la comedia y las propias palabras para comunicar, entretener y tratar de reenfocar si no sabes bien dónde mirar".

Fue entonces cuando lamentó lo intransigentes que son algunas personas, que no aceptan nada que no sea lo que ellos piensan: "Creo que de un tiempo a esta parte mucha gente trata de imponer su punto de vista de una forma muy agresiva y trata de imbécil al que no sea capaz de verlo como ella o como él sin ni quiera ofrecer un argumento o una explicación. Simplemente da por sentado que el que no ve las cosas igual que es idiota y ya está".

Ángel Martín, que destacó que "'Por si las voces vuelven' es la idea más salvaje que he tenido nunca", añadió que "el libro nació con la esperanza de que mi movida pudiera servir de algo a alguien. Me preocupaba mucho que sirviera de algo, tratar de escribir esto para que sirviera de algo y que no fuera un libro para dar pena. No surgía de que necesitaba llamar la atención. Me di cuenta de que podía escribir el libro que no encontré cuando salí del hospital", comentó además Ángel Martín.

El gran momento llegó cuando anunció que a partir de 'Por si las voces vuelven' le dio la idea para un monólogo llamado 'Punto para los locos': "¿Por qué no escribir un monólogo con la intención de no solo de reírnos, sino de ofrecer nuevas formas de pensar, sentir, vivir o mirar? Y ya de paso, ¿por qué no hacerlo a lo bestia intentando llevar los monólogos a un paso más allá por los teatros? De ahí surgió este monólogo que arranca el 3 de febrero de 2022 en Palma, pasado por Albacete, Alicante, Almería, Barcelona, Bilbao, Cartagena, Gijón, Granada, Huesca, Logroño, Murcia, Santander, Sevilla, Valencia, Zaragoza o Londres y que se cierra en Madrid el 27 de diciembre de 2023 nada más y nada menos que en el WiZink Center, donde Ángel Martín va a actuar ante 12.500 espectadores, algo insólito para un monólogo.

El humorista, que relató que escogió 'Punto para los locos' porque es la frase que más ha visto tatuada a los lectores, porque sí, algunos de ellos se tatúan frases del libro, ya tiene claro que la del 27 de diciembre de 2022 va a ser "una de las noches más especiales de toda mi carrera. Quiero que la gente se dé cuenta a través de la comedia de que lo único que nos diferencia de los demás no es si estamos o no estamos locos, sino a qué volumen suena en nuestras cabezas las voces del miedo, de la angustia, la vergüenza, la impaciencia, los agobios..."

Recordó una anécdota en una forma en Bilbao, donde una chica le dijo: "'Yo también estoy chalaíta, estoy loquísima'. Solté una carcajada. En las firmas es complicado gestionarlo porque tienes que ponerte una coraza porque viene gente por cosas distintas, vienen porque te conocen y se produce una la montaña rusa emocional. La gente puede ser francotiradora de emociones en 3 segundos. Puede acercarse alguien que te diga: 'tu libro me ha servido para entender a mi hijo, que con 15 se suicidó', pero no te puedes quedar KO porque viene de otro forma. Es un viaje emocional. El libro me ha permitido descubrir la relación que tengo con la gente y por qué", manifestó el autor.

Así ha cambiado la vida de Ángel Martín

Sobre cómo se encuentra con respecto a su salud mental, comentó que está igual que cuando empezó a escribir: "No estaba en tratamiento y no lo estoy ahora. El libro me obligó a hacer un viaje en el que he procesado lo que sucedió y lo que he hecho y lo que hago para mantenerme donde quiero mantenerme. Ahora estoy más consciente de las cosas, no hago prácticamente nada porque sí y no actúo por impulsos, trato de medir muy bien las cosas porque quiero saber dónde voy. Necesito tener claro lo que estoy diseñando para no volverme a ver en un momento donde no sabía que era cada cosa", señaló, comentando que revelar lo que le ocurrió solo le dio algo de apuro por su familia, pero que sabe que les ha gustado lo que escribió sin necesitar de hablar. Los Martín no se sientan a hablar en profundidad, sino que se entienden por las miradas y los gestos. Algunos lo dicen todo: "Mi padre me dio un abrazo fuerte".

Sobre cómo es su vida desde que superó sus momentos más duros, relató que escribe mucho, sobre todo en las primeras horas del día y en las últimas. Se mantiene alejado del móvil cuando se levanta y hace deporte y tener horarios organizados: "Me ayuda el deporte, sé que es imprescindible, pero lo odio. Es el esfuerzo que más me está costando. Trato de comer mejor y de tener ciertos horarios". Trato de pasar tiempo con los perros, no solo paseando, sino estando tiempo con ellos, me conectan a no pensar en nada. Soy un obseso del trabajo, necesito que algunas cosas sean milimétricas, pero bajo mi punto de vista, no tienen que ser perfectas, he tratado de reducir mi nivel de exigencia para no volverme loco", comentó Ángel Martín, que descubrió además un enorme cambio entre cómo era antes del brote y cómo es después, algo que recomienda a todo el mundo: "Hay un cambio en mí que me permite ver la diferencia entre el yo de antes y el yo de ahora. Es una frase que leí en un libro y cambió mi vida: 'Nadie debería saber lo que va a decir hasta que termine de escuchar'. Cuando la gente nos habla pensamos en la réplica que vamos a dar, en si estamos o no de acuerdo o en que se calle para hablar nosotros. No estamos prestando atención. Empecé a escuchar y el mundo es otro. Animaría a la gente a probarlo como juego. En el momento en el que empiezas a escuchar no vas a poder parar de dejar de jugar a eso. Marca una gran diferencia entre el pasado y el ahora".

El humorista reconoció que es absurdo que una crítica negativa eclipse 1000 positivas y que hay un desorden generalizado en las vidas de casi todo el mundo: "Me divierte la frase 'no tengo tiempo para nada'. Luego se ven una serie del tirón... Hay una falta de gestión del tiempo", algo que justifica como una excusa que nos ponemos para no pensar: ¿Qué hago con todo este tiempo? Ese es el vacío y tienes que ponerte a pensar, Yo vengo de ese desorden, tratas de poner atención y puedes hacer muchas cosas". Y ya para finalizar dejó claro cuál es el momento en el que el cerebro empieza a envejecer, algo que no depende de la edad: "Las pistas que uno tiene para darse cuenta de que se hace mayor es empezar a guardar tarros de cristal vacíos". Pues eso, tenedlo en cuenta cuando empecéis a hacerlo... si es que no lo habéis hecho ya.

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Ángel MartínPresentador