El actor y otros miembros del equipo han sido demandados después de la tragedia que ha tenido lugar en el rodaje de 'Rust'.
Ya han pasado más de dos semanas desde que Alec Baldwin mató por accidente a la directora de fotografía de su película 'Rust'. Halyna Hutchins falleció de un disparo después de que el actor accionara el arma en una de las escenas en el Rancho Bonanza Creek de Nuevo México. El intérprete quedó en shock tras lo sucedido y desde ese momento está la investigación en marcha.
El actor decidió cancelar todos sus proyectos para asimilar lo sucedido refugiándose con su mujer, Hilaria, y con sus hijos. Ahora acaba de conocerse que se ha presentado una primera demanda contra Baldwin, así como contra otros miembros del equipo a los que se les responsabiliza de lo sucedido. Uno de los técnicos del filme, el jefe de iluminación Serge Svetnoy, ha presentado una demanda ante el Tribunal Superior de Los Ángeles por negligencia contra Alec Baldwin, así como contra el subdirector asistente, David Halls, y la encargada del control de las armas, Hannah Gutierrez-Reed. Svetnoy era la persona más próxima a la fallecida en el momento del disparo e incluso fue alcanzado levemente por la bala, pero no le sucedió nada.
Por otro lado, contó cómo había vivido el trágico momento en una rueda de prensa, diciendo que notó la trayectoria de la bola rozándole por su lado derecho y cómo se salpicó la pólvora en su rostro. Además, él fue la primera persona que sostuvo en sus brazos a la fallecida, esperando asistencia médica hasta que finalmente falleció. "Vi de primera mano que varias armas se dejaron desatendidas, en el suelo y sin supervisión" , ha sido una de sus declaraciones haciendo referencia al rodaje en el que trabajó. Una película de presupuesto reducido
En el documento judicial presentado ante la corte, el técnico acusa a la encargada de las armas Hannah Gutierrez-Reed, ya que considera que aceptó el trabajo por encima de su experiencia, sin considerar que se necesitaban varios armeros auxiliares. El demandante también considera que los productores tienen parte de culpa de lo sucedido por no haber destinado parte del presupuesto para contratar a trabajadores que controlaran las armas de fuego en el set de rodaje, y echa de menos que hubiesen personas cualificadas para supervisar las armas.