La noche más romántica de Anita y Montoya en 'SV 2025': "Me quedaría con esta versión tuya las 24 horas del día"

La historia de Montoya y Anita en 'Supervivientes' ha sido una auténtica montaña rusa emocional. Desde que llegaron a Honduras, la tensión entre ellos era evidente, arrastrando heridas abiertas desde su paso por 'La Isla de las Tentaciones'. Sin embargo, a medida que avanzaban las semanas, el vínculo entre ambos fue fortaleciéndose hasta convertirse en una de las relaciones más intensas y emotivas del concurso.

Anita y Montoya refuerzan su amor en Honduras l Foto: Telecinco.es

Durante una noche especial en los Cayos Cochinos, la conexión entre ambos fue más fuerte que nunca. " Me quedaría con esta versión tuya las 24 horas del día. Tengo que darte siempre las gracias por haber venido", le decía Montoya a Anita antes de saber si uno de ellos estaría expulsado esa semana o no, dejando claro que, a pesar de las dificultades, el amor ha ganado.

Anita, consciente de la incertidumbre del concurso, le preguntó a Montoya: "¿Eres consciente de que puede ser nuestra última noche?", ya que ambos estaban nominados. Sin embargo, el apoyo del público les salvó en sucesivas ocasiones. Fue en ese momento cuando Montoya reconoció: " Veía muy lejos el olvidar, y lo he hecho. Y he olvidado gracias a que estás aquí ". "Y lo que el amor enseñó", soltaba Anita.

Anita y Montoya protagonizan una noche romántica en la isla l Foto: Telecinco.es

En una de sus intervenciones en directo, Montoya se abrió emocionalmente como pocas veces: " Honduras ha sido mi cura. Y nunca pensaba que ella iba a ser mi llave ". Confesó que esta experiencia había sido una "terapia de choque brutal" y que "perdonar y olvidar ha sido la mejor decisión" de su vida.

Ni la supervivencia separa a Anita y Montoya

Uno de los momentos más divertidos y comentados tuvo lugar cuando Jorge Javier Vázquez intervino con humor durante una escena especialmente tierna entre la pareja. Mientras se emitía un vídeo suyo en la playa, el presentador soltó: " Entre el aliento y los pescados, vaya aliento debéis tener ". Anita respondió entre risas que todo en Montoya le resultaba agradable, hasta el punto de olerle el sobaco en directo y darle un beso, afirmando: "No me da asco nada suyo, es como cuando tienes un bebé y le comes hasta el culete".