Montoya está atravesando unos momentos muy vulnerables dentro de Playa Calma, sintiéndose juzgado y ridiculizado por algunos compañeros de reality debido a su manera de hablar, y además se le ha juntado el encontronazo con su compañera cercana Carmen Alcayde.
"Estoy un poco bajillo, viviendo una montaña rusa continua", confesaba, reconociendo que la situación le está afectando más de lo que quisiera. Según él, ha optado por tomar distancia. " Mi opinión sobre algunos concursantes ya está clara ", decía, refiriéndose en especial a la fuerte discusión que tuvo con Makoke en la última gala. Cansado del ambiente que hay en la playa, Montoya ha decidido no entrar más en peleas: "No me voy a enervar más, por mi salud mental y emocional".
"El otro día, en la gala, sentí que cada palabra que decía se malinterpretaba", confesaba. "Si he nacido para eso pues vale", añadía. Antes de la gala, Montoya ya había dejado entrever su cansancio en Playa Furia. " No aguanto más, he llegado a mi límite ", admitía. Para él, la actitud de ciertos compañeros ha sido devastadora: "Me dan asco. No quiero mirarlos a la cara y no puedo tener una palabra más con ellos". En medio de su descontento, mostró lo mucho que echa de menos a exconcursantes como Ángela Ponce y Rosario, lamentando no haber tenido la oportunidad de conocerlas mejor.
Carmen Alcayde y Montoya se enfadan
Por otro lado, la última gala de 'Supervivientes: Tierra de nadie' dejó a todos sorprendidos por el inesperado enfrentamiento entre Carmen Alcayde y Montoya. Desde comienzo, ambos habían conectado, apoyándose mutuamente durante el concurso. Todo comenzó cuando Anita, con tono irónico, le dijo a Alcayde: " No digas que no te hemos dado más coco ". Carmen, molesta la respondió: "Un trocito más de coco y tengo que estar saltando".

En ese momento Montoya soltó: " Para mí quedas retratada tú ", señalándola como egoísta. Las palabras de Montoya no gustaron nada a Alcayde, quien no pudo evitar derrumbarse. "Da igual, quedo retratada, soy lo peor como persona, ya está, ya está, soy la peor persona", decía mientras lloraba, en un entorno donde cada día pesa más, las emociones están a flor de piel y los vínculos que parecían firmes comienzan a disolverse.